Lo que no les gusta a los gatos
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Lo que no les gusta a los gatos

De todas las mascotas, los gatos son los más interesantes de observar. Si bien hay mucho en común en fisiología y hábitos, cada uno de ellos tiene caracteres, hábitos, comportamientos y preferencias completamente diferentes. Si te comunicas con tus mascotas durante mucho tiempo, podrás comprender si a los gatos les gusta esta o aquella acción y aprender a reconocer no solo sus emociones positivas, sino también sus miedos. Y, sorprendentemente, no son tan pocos.

¿Qué no les gusta a los gatos?

Todo lo que los gatos no pueden expresar con palabras, lo transmiten a través de expresiones faciales, lenguaje corporal y diversos sonidos. Por tanto, cada propietario debe aprender a leerlos y comprenderlos. En el artículo – lo que más no les gusta a los gatos:

  1. Los gatos, en su mayor parte, no soportan el olor de los cítricos, las especias, las especias y las medicinas. El sentido del olfato de este animal es 14 veces más fuerte que el del humano, por lo que el gato reacciona de forma tan brusca a los olores que le resultan desagradables.  

  2. A los gatos no les gusta una caja de arena sucia. Y si para el dueño puede verse y oler normal, entonces el gato lo percibe como maloliente. Puede que empiece a pasar junto a la bandeja o a marcar rincones de la casa. 

  3. A los gatos no les gusta que los transporten de un lugar a otro. Estos animales prefieren la estabilidad y el hogar y se preocupan mucho si se les priva de su entorno habitual. 

  4. Tienen miedo de los sonidos fuertes y agudos. Los gatos aman la paz y la tranquilidad, por lo que es mejor no crearles una fuente adicional de estrés.

  5. No les gusta que les acaricien mal ni que les toquen el estómago. Lo consideran el punto más vulnerable, por lo que normalmente no permiten que lo rasquen ni lo acaricien. 

  6. Los gatos pueden sentirse descontentos con la comida y el agua rancias. La comida gastada desalienta su apetito. Si hay un recipiente con agua al lado de la comida, es poco probable que el gato lo beba. Muchas mascotas prefieren beber agua directamente del grifo o incluso del inodoro.  

  7. A la mayoría de los gatos no les gusta recibir mucha atención de su dueño o de otras personas. Al mismo tiempo, algunos de ellos, por el contrario, sufren de soledad y falta de cariño. 

  8. El gato le teme a los pepinos, plátanos, calabacines y otros objetos alargados. Y la cuestión no está en las verduras y frutas en sí, sino en el hecho de que la gente, por el bien de la reacción divertida de la mascota, colocó un objeto detrás de la espalda del gato cuando él no lo vio. La reacción “divertida” es miedo e incomprensión de cómo un objeto desconocido, que puede poner en peligro la vida, terminó donde no había estado antes. 

  9. A los gatos no les gustan los extraños en la casa. Suele ser otro gato o perro. El gato los percibe como competidores que invaden su comida, territorio, juguetes y el amor del dueño. Por ejemplo, si un perro quiere jugar con un gato y empieza a mover la cola, lo percibe como agresión y ataque y reacciona exactamente al revés. 

  10. A los gatos realmente no les gusta el agua ni los procedimientos de manicura. Si no acostumbras al gato a esto desde pequeño, se resistirá a cada corte de uñas o baño. 

  11. A muchos gatos no les gusta tragar pastillas. No sólo están descontentos con su sabor desagradable, sino que también perciben el acto de tratamiento como violencia.   

  12. Los gatos suelen odiar las puertas cerradas. Necesitan espacios abiertos para controlar su territorio. Y si no pueden conectar la vista y el olfato, exigen abrir la puerta.

Cómo lo que no le gusta a un gato afecta su comportamiento

Tu mascota puede mostrar su descontento con algo o alguien de diferentes maneras: silbar, maullar fuerte, chillar, arañar, morder. Si el gato persigue al dueño y maúlla constantemente, requiere atención y cariño. 

Muchos gatos odian los cuencos pequeños o demasiado profundos, por lo que constantemente sacan comida de ellos y comen del suelo. La razón de esto es el contacto de los lados del cuenco con sus bigotes, lo que provoca molestias durante la comida. 

El gato esquivará y chillará si lo acarician más de lo habitual. Esto se debe a su piel fina, cuyo tacto áspero provoca dolor. Es posible que comience a morder y rascarse bruscamente cuando se sienta en su regazo mientras lo acaricia.

A pesar de que estos animales son excelentes nadadores, no les gusta nadar. Si un gato se moja el pelaje o se lavan las patas, se quitará el polvo y se lamerá furiosamente para secarse lo más rápido posible. 

Los representantes de los gatos son sorprendentes porque tienen una organización mental compleja. Y no siempre es posible adivinar a qué le temen los gatos de una determinada raza y temperamento. Cada mascota tiene sus propios motivos de insatisfacción. Por eso, es importante protegerlos de situaciones estresantes y escuchar lo que los gatos “dicen” con su comportamiento.   

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