Vómitos en perros: causas y tratamiento
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Vómitos en perros: causas y tratamiento

Vómitos, náuseas, regurgitación: este es un fenómeno que no se vuelve más agradable cambiando el nombre.

Sin embargo, tales problemas ocurren con bastante frecuencia con los perros. Hay muchas razones por las que una mascota puede vomitar, y algunas suelen ser más preocupantes que otras.

¿Cómo entender que un charco de vómito dejado por un perro en el césped no es síntoma de un problema grave? ¿Qué hacer si el perro vomita?

Perro regurgitando y vomitando

Es importante entender la diferencia entre vómito y regurgitación. Al regurgitar, la masa expulsada suele consistir en comida, agua y saliva sin digerir. A menudo sale en forma cilíndrica, ya que la comida regurgitada u otras sustancias salen directamente del esófago. Exteriormente, pasa sin ningún esfuerzo y sin contracción muscular, y la mayoría de las veces no hay advertencia de que algo está por suceder.

El vómito, por el contrario, es un proceso mucho más activo. Durante el vómito, se produce la contracción muscular y la tensión de todo el cuerpo. Cuando un perro vomita, la comida o el cuerpo extraño suele salir del estómago o del intestino delgado superior. 

Lo más probable es que el dueño escuche la necesidad de vomitar y vea comida no digerida o parcialmente digerida en el vómito. Si se rechaza comida del estómago, se puede ver un líquido claro, y si del intestino delgado se puede ver bilis amarilla o verde. Además, signos como babeo, caminar de esquina en esquina, aullidos o gorgoteos fuertes provenientes del estómago del perro pueden indicar el vómito inminente.

Vómitos en un perro: causas

Chagrin Falls Veterinary Center and Clinic identifica ocho de las causas más comunes:

  1. Comer basura, comida grasosa y desperdicios de la mesa.
  2. Ingestión de huesos, pelotas de goma, piedras, lana, palos y otros cuerpos extraños.
  3. Parásitos intestinales como lombrices intestinales.
  4. Infecciones virales como peste, parvovirus y coronavirus.
  5. Diversas enfermedades, como diabetes, cáncer y úlceras estomacales.
  6. Ingestión de sustancias tóxicas como veneno para ratas, anticongelantes, pesticidas o medicamentos caseros como la aspirina.
  7. Cinetosis.
  8. Estrés, excitación o ansiedad.

Si el perro está regurgitando, las razones pueden ser las siguientes:

  • atracones;
  • absorción demasiado rápida de alimentos;
  • inquietud o sobreexcitación;
  • expansión del esófago, como resultado de lo cual se interrumpe el proceso normal de mover los alimentos hacia el estómago;
  • Raza de perro: esta condición puede afectar a cualquier raza, pero es más común en Shar-Peis, pastor alemán, gran danés, setter irlandés, labrador retriever, schnauzer miniatura, terranova y fox terrier de pelo duro, señala Wag!.

Qué hacer si tu perro vomita y cuándo preocuparte

Dado que los vómitos en los perros no son infrecuentes, los propietarios generalmente no se preocupan si tales problemas ocurren ocasionalmente con una mascota. Pero, ¿cuándo deberías empezar a preocuparte?

La Clínica Veterinaria del Norte de Asheville señala que si un perro está vomitando, entonces debe preocuparse en los siguientes casos:

  • Presencia de otros síntomas. Si su perro no solo vomita, sino que muestra comportamientos extraños, como dormir demasiado, negarse a comer o diarrea, llame a su veterinario.
  • Rastros de sangre. Si hay sangre en el vómito o el vómito del perro parece café molido o sangre seca, debe comunicarse con su veterinario. La sangre puede ser un signo de un problema grave, como una úlcera estomacal o un objeto extraño afilado, como un hueso o un juguete, en el estómago del perro.
  • Vómitos incesantes. Los casos episódicos no son motivo de preocupación, pero si el perro vomita con regularidad o en exceso, es necesario concertar una cita con un especialista y averiguar la causa.

Para cualquier duda relacionada con cómo eructa el perro, debes contactar con tu veterinario.

¿Qué hará el veterinario?

El veterinario querrá averiguar qué causó exactamente la afección en la mascota y cómo afecta su bienestar. Tanto para regurgitar como para vomitar, su veterinario primero buscará cuerpos extraños, como un calcetín, un hueso u otro objeto extraño atascado en la garganta o el tracto digestivo de su perro.

Si el especialista determina que el problema es una regurgitación frecuente o repentina, escribe ¡Wag!, buscará problemas relacionados con el esófago o el estómago. También puede querer descartar causas como envenenamiento accidental, cáncer, reflujo gástrico o agrandamiento del esófago.

El American Kennel Club cree que si se producen vómitos por una razón desconocida, lo primero que se debe hacer es revisar al animal para detectar infecciones y deshidratación. El veterinario examinará el estómago y el intestino delgado del perro y descartará problemas médicos como insuficiencia renal, diabetes, enfermedad hepática y pancreatitis.

Vómitos en un perro: tratamiento

El veterinario determinará la causa de los vómitos del perro, y si la mascota cuenta con los suficientes cuidados domiciliarios, será necesario tratar los síntomas en casa. El Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Washington hace las siguientes recomendaciones:

  • No alimente al perro durante varias horas, después de consultar con el veterinario sobre el momento exacto. Es importante recordar que a los perros con ciertas condiciones médicas no se les debe negar la bebida, por lo que se recomienda consultar primero a su veterinario. Con vómitos persistentes, la deshidratación puede ser una preocupación real, por lo que la ingesta de líquidos es muy importante.
  • Una vez que los vómitos se detengan, alimente a su perro con alimentos suaves y bajos en grasa durante unos días. Las comidas se deben dar en porciones pequeñas de tres a seis veces al día. Aumente gradualmente el tamaño de las porciones y reduzca la cantidad de comidas a medida que su perro hace la transición a la comida regular. Si el veterinario ha aconsejado no dar agua al perro, al final del periodo sin beber, se puede ir introduciendo agua lentamente en pequeñas porciones.
  • Si su perro está vomitando porque está comiendo demasiado rápido, un comedero rompecabezas podría ser una solución. Este dispositivo obligará al perro a comer más despacio, ya que tendrá que esforzarse mucho para conseguir alimento.
  • Puede cambiar a su perro por un alimento de mayor calidad, como Hill's Science Plan Sensitive Stomach & Skin, que se clasifica como fácil de digerir, equilibrado y nutritivo. Cambiar a un nuevo alimento debe ser lento, y no en un día, de lo contrario, solo puede exacerbar el problema.

Un perro que ha vomitado no necesariamente está enfermo o necesita atención veterinaria inmediata. Pero si tiene síntomas que causan una gran preocupación, lo mejor es llamar a un veterinario. Él averiguará cuál es el problema y ofrecerá una solución. Después de eso, será posible volver a acariciar, arañar y abrazar a su amada mascota en lugar de limpiar la alfombra de los vómitos.

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