Hernia en un gato: causas, tipos y tratamiento
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Hernia en un gato: causas, tipos y tratamiento

Al acariciar a su gato, el dueño puede sentir un bulto suave en el estómago. ¿Puede ser una hernia? Las hernias en un gato en el estómago son relativamente raras, pero no se puede descartar esta opción. 

La buena noticia es que esta patología es fácilmente susceptible de tratamiento quirúrgico. Si un gato nació con una hernia, se puede quitar al mismo tiempo que la esterilización o la castración. ¿Cómo se ve una hernia en los gatos y cómo se trata?

Datos clave sobre la hernia en gatos

Una hernia umbilical en gatos ocurre cuando hay una abertura anormal en la pared muscular del abdomen o el diafragma. El tejido adiposo o los órganos internos pueden sobresalir a través de este orificio, lo que da como resultado un bulto blando que es visible desde el exterior. La hernia más común en los gatos se encuentra por encima del ombligo. Por lo general, tal protuberancia no duele y desaparece si la presiona suavemente. Si esto sucede, la hernia es reducible, lo que significa que el contenido de la hernia se puede reducir fácilmente. No todas las hernias son reducibles.

La hernia en los gatos no suele poner en peligro la vida. Sin embargo, en casos raros, los órganos internos, como los intestinos, pueden prolapsarse a través de un orificio de este tipo en la pared del músculo. Si esto conduce a un cese del suministro de sangre al órgano, puede convertirse en una amenaza para la vida.

Si la hernia contiene solo tejido adiposo, probablemente no habrá otros signos además de un bulto. En el caso de prolapso de los órganos abdominales en la zona de la hernia, se produce una fuerte hinchazón, dolorosa o caliente. En este caso, el gato puede presentar vómitos, pérdida de apetito, sangre en la orina y/o aumento del letargo.

Hernia en gatos: causas

Si un gato tiene una hernia, significa que es congénita o causada por algún tipo de lesión. El trauma físico, las paredes abdominales débiles, el embarazo y los defectos de nacimiento son las causas más comunes de esta afección. También se sabe que el estreñimiento severo o repetitivo, que requiere esfuerzo para defecar, también puede causar una hernia en un gato.

Las hernias se clasifican según su ubicación en el cuerpo. Hay tres tipos:

  • Hernia umbilical en gatos: Por lo general, no requiere tratamiento. Este es el tipo más común de hernia en los gatos. Por lo general, estas hernias son congénitas debido a una predisposición genética y ocurren si la abertura del anillo umbilical no se cierra correctamente al nacer. Si esta condición persiste, la hernia puede repararse quirúrgicamente durante la esterilización o esterilización del gatito.
  • Hernia diafragmática en un gato: Este tipo de patología ocurre dentro del cuerpo, no se puede ver desde el exterior. Esto ocurre cuando aparece un orificio en el diafragma a través del cual los órganos abdominales se desplazan hacia la cavidad torácica. Una hernia de hiato puede ser congénita o puede ser el resultado de un trauma, como una colisión con un automóvil. Se necesita una radiografía para diagnosticar una hernia diafragmática en un gato.
  • Hernia inguinal en un gato: Ocurre en la ingle, principalmente más cerca de la base de las patas traseras. Se desarrolla cuando la grasa abdominal o los órganos internos sobresalen a través del canal inguinal, lo que da como resultado una protuberancia blanda que puede desaparecer si se aplica presión.

Hernia en un gato: causas, tipos y tratamiento

Diagnóstico y tratamiento de la hernia en gatos

Si al dueño le preocupa que el gato tenga una hernia, es importante que se comunique con un veterinario lo antes posible. La mayoría de las hernias en gatos se pueden diagnosticar mediante un examen físico, con la excepción de las hernias de hiato, que solo se pueden detectar con radiografías o una ecografía abdominal. Si la hernia es muy dura o grande, su veterinario puede ordenar una radiografía para verificar si hay atrapamiento abdominal.

El tratamiento depende del tamaño y la ubicación de la hernia. Si la hernia es pequeña, es probable que el gato no necesite cirugía. Si la hernia es más grande, se requerirá cirugía para evitar que sobresalgan los órganos internos. Si las paredes musculares pellizcan los órganos internos, el gato necesita una cirugía de emergencia.

Cirugía y recuperación de hernia de gato

La extracción de una hernia en un gato consiste en volver a colocar el contenido de la hernia en la cavidad abdominal y coser la abertura en los músculos abdominales o diafragmáticos. La malla quirúrgica se puede utilizar para fortalecer los músculos débiles.

Si el gatito tiene una hernia y el veterinario recomienda una cirugía, la hernia se puede extirpar durante la esterilización o castración. Esto no solo eliminará la necesidad de anestesia innecesaria y la hospitalización del gatito, sino que probablemente costará menos que un procedimiento por separado.

¿Se puede desarrollar una hernia de gato después de la esterilización? A menudo, después de este procedimiento, los propietarios notan hinchazón en el ombligo y lo toman por una hernia. Sin embargo, esto rara vez sucede.

En la mayoría de los casos, se trata de una hinchazón causada por una inflamación debido al hecho de que el gato está demasiado activo inmediatamente después de la operación y/o debido a una reacción de la piel a los puntos. Asegúrese de mostrar la mascota a un especialista y tome medidas para reducir la probabilidad de edema postoperatorio en el gato. Para hacer esto, debe limitar su actividad y seguir estrictamente las instrucciones del veterinario.

Después de la cirugía para extirpar una hernia en un gato, debe cuidarlo. Específicamente, aliméntala con una dieta medicada que brinde apoyo nutricional a las mascotas que se recuperan de una cirugía.

Profilaxis y pronóstico

Para reducir el riesgo de una hernia, mantenga a su gato deambulando libremente para evitar colisiones con automóviles y reducir la posibilidad de lesiones.

Con el tratamiento y la reparación adecuados, las hernias en gatos tienen muy buen pronóstico y rara vez recurren. Si un gatito tiene una hernia congénita, no se recomienda usarlo en el futuro para la descendencia. Las hernias congénitas se pueden transmitir a la siguiente generación.

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