Un gato tiene problemas digestivos: por qué sucede y qué hacer
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Un gato tiene problemas digestivos: por qué sucede y qué hacer

Los problemas digestivos en los gatos ocurren con tanta frecuencia que muchos propietarios consideran que esto es la norma. Pero si su mascota regularmente, una vez a la semana o más a menudo, tiene heces sueltas, las alteraciones internas pueden ser la causa. Tal vez necesite cambiar la comida de su gato o hacer cambios en su entorno. Pero antes de eso, tendrás que consultar a un veterinario.

¿Cuáles son los problemas más comunes y cómo evitarlos?

Un gato tiene problemas digestivos: por qué sucede y qué hacer

1. gusanos intestinales

Los parásitos internos son muy comunes en los gatos, incluso en los gatos domésticos. Las mascotas al mismo tiempo pueden no mostrar signos de infección, lo que impide el diagnóstico y el tratamiento. Los parásitos intestinales más comunes en los gatos son trematodos, gusanos redondos y tenias.

Los signos de parásitos intestinales en el sistema digestivo de un gato incluyen:

  • vómitos;
  • Diarrea;
  • presencia de gusanos en las heces o vómitos;
  • pérdida de peso;
  • hinchazón

Las lombrices intestinales en los gatos no solo son peligrosas, sino que también son contagiosas para los humanos. Por lo tanto, es importante que su gato se haga una prueba de heces en una clínica veterinaria una o dos veces al año. Si el resultado de la prueba es positivo, siga todas las instrucciones de su veterinario para la desparasitación.

2. Estreñimiento

Otro problema digestivo común en los gatos es el estreñimiento. Pueden ser causados ​​por deshidratación, dolor, problemas de motilidad en el colon. También puede ser causado por una enfermedad rara llamada megacolon. Ocurre en gatos que “toleran demasiado tiempo”, o como resultado de estreñimiento crónico u obstrucción.

Entre las medidas sugeridas por el veterinario puede estar aumentar la ingesta de líquidos de la mascota. Para ello, puedes añadir comida enlatada a la comida seca, aumentar tu nivel de actividad física o empezar a trabajar en la pérdida de peso. 

Su veterinario puede recomendarle un alimento para gatos con problemas digestivos, como Hill's® Prescription Diet®. Si los esfuerzos del gato en la bandeja no dan los resultados deseados, lo mejor es llevarlo al veterinario lo antes posible.

3. Bolas de pelo en el estómago

La acumulación de bolas de pelo en el estómago de un animal es muy común, pero esto no significa que la mascota tenga que convivir con ello. Las bolas de pelo se forman cuando un gato pierde mucho pelo o cuando tiene trastornos primarios del sistema digestivo. Pero si esto le sucede a un gato no más de una vez al mes, lo que se considera la norma, entonces no es necesario contactar a un veterinario.

Si un gato tiene problemas digestivos en el contexto de la formación de bolas de pelo, el veterinario le dirá qué alimentarlo. Lo más probable es que le recomiende un alimento especial, como Hill's® Science Plan® Adult Hairball Indoor. Contiene fibra en cantidades que ayudan a reducir la formación de bolas de pelo. 

Si el problema de las bolas de pelo persiste, puede contratar a su gato para un aseo profesional y pedirle un corte de pelo de león. Pero lo mejor es consultar con su veterinario.

Un gato tiene problemas digestivos: por qué sucede y qué hacer

4. Enfermedad inflamatoria intestinal y linfoma gastrointestinal

Una de las condiciones más frustrantes del sistema digestivo felino es la enfermedad inflamatoria intestinal o EII. Los problemas digestivos en los gatos asociados con la EII incluyen vómitos, diarrea, heces blandas, pérdida de apetito y pérdida de peso. Se desconoce la causa exacta de la EII, pero se cree que es un trastorno genético del sistema inmunitario. Causa una respuesta inmunológica mejorada a los alimentos, parásitos o bacterias.

Los síntomas de la EII se asemejan a una serie de otros trastornos gastrointestinales, por lo que la enfermedad solo puede diagnosticarse definitivamente después de una biopsia intestinal. A muchos propietarios no les gusta la idea de someter a su gato a una cirugía, por lo que la clínica veterinaria puede ofrecer una ecografía abdominal no invasiva. 

Aunque la EII no se puede diagnosticar definitivamente mediante ultrasonido, existen varios signos que pueden indicar que un gato tiene la enfermedad. Entre ellos se encuentra el engrosamiento de la pared intestinal. El tratamiento para la EII generalmente incluye desparasitación y, si es necesario, antibióticos. El gato también puede necesitar esteroides orales o inyectables y un alimento hipoalergénico más suave.

En la EII, es importante reducir la inflamación. La inflamación crónica con el tiempo puede predisponer al desarrollo de linfoma gastrointestinal, que se considera un desarrollo maligno de la EII en gatos. Se deben seguir estrictamente las instrucciones del veterinario si al gato se le diagnostica enfermedad inflamatoria intestinal.

5. Alergias alimentarias.

Las verdaderas alergias alimentarias son relativamente raras en los gatos. Suele manifestarse con una combinación de síntomas:

• del tracto gastrointestinal – vómitos, diarrea o gases;

• por parte de la piel: picazón, manchas rojas y caída del cabello. 

Entre sus fuentes más comunes se encuentran la carne de res, los lácteos y el pescado, explica el Centro Cummings de Medicina Veterinaria de la Universidad de Tufts.

Las alergias alimentarias afectan el sistema inmunológico del intestino y la piel.

Si un veterinario sospecha que un gato tiene una alergia alimentaria, ordenará una prueba de 10 a 12 semanas con un alimento hipoalergénico. Durante este período, solo se le debe dar al gato el alimento hipoalergénico recetado para excluir los ingredientes a los que pueda ser alérgico. 

Si en este momento el gato come algo más, habrá que repetir la prueba. En un animal con alergia verdadera, los síntomas gastrointestinales deberían desaparecer en dos semanas y los síntomas cutáneos en ocho a diez semanas. Su veterinario también puede recetarle medicamentos con esteroides, que mejorarán rápidamente el bienestar de su mascota peluda.

No se asuste si su gato de repente comienza a tener problemas con el tracto gastrointestinal. Al saber de qué situaciones con la digestión debe tener cuidado y qué eventos indican la necesidad de visitar a un veterinario, puede cuidar adecuadamente su elegante belleza y su tracto gastrointestinal.

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