Memorias de un amigo y colega de cuatro patas
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Memorias de un amigo y colega de cuatro patas

Perro severo, cauteloso, desconfiado, valiente, lo recogí en la calle, ya adulto, pero claramente joven. En ese momento yo trabajaba en un centro de prisión preventiva como cinólogo y pensé que él se convertiría en mi socio, pero dijeron que "no aceptan astronautas así", que un mestizo no es de aquí, e incluso mostró una orden que detallaba una lista de razas utilizadas para el servicio.⠀⠀⠀

Entonces el Hobbit se volvió doméstico y yo me quedé sin trabajo. ⠀⠀⠀

Dos años después, conseguí trabajo como cinólogo en el Ministerio de Situaciones de Emergencia, donde me regalaron un cachorro de golden retriever y empezamos a aprender los conceptos básicos del trabajo de rescate. El hobbit se puso a trabajar con nosotros, y un día decidió hacer un entrenamiento para encontrar a una persona y con él, más bien como un experimento, ya que recordamos que era serio y desconfiado, y el perro rescatado parece querer mucho a la gente. . Pero resultó que el Hobbit entendió muy rápido las reglas, sí, no le gustaban los abrazos con extraños, pero sabía que, al encontrar a una persona, obtendría su pelota favorita, para ello trepó por la espesura. Bajó a sótanos oscuros y se dirigió a lugares de difícil acceso de edificios demolidos. ⠀⠀⠀

Dos años después del inicio del entrenamiento, Hobbit obtuvo el segundo lugar entre 12 participantes en el concurso regional de equipos de búsqueda y rescate del servicio canino del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia en la región del Lejano Oriente. Y el primer lugar en estos concursos en la etapa “Búsqueda en el bloqueo tecnogénico”. Tenía en ese momento 7 años. ⠀⠀⠀

En total, el Hobbit sirvió en el Ministerio de Situaciones de Emergencia durante 6 años, se retiró a los 11 años, mucho más tarde que el generalmente aceptado, pero incluso cuando estaba jubilado ayudó durante mucho tiempo a entrenar perros de rescate jóvenes. En ese momento, ya no era duro y desconfiado, se olvidó por completo de su dura infancia en la calle, que le enseñó a no confiar en el mundo. El hobbit conoció la bondad, sintió su importancia, aprendió a trabajar en equipo y él mismo trepó para acariciar incluso a extraños.⠀⠀

El Hobbit nos dejó el año pasado, pero su recuerdo permanecerá para siempre en los corazones de quienes lo conocieron durante su vida. Y tras los pasos del Hobbit, Volt, un nuevo joven y peludo salvador, ya lo está siguiendo.

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