¿Puedo alimentar a mi cachorro con comida para gatos?
A veces, un gato y un perro viven en la casa. Y el cachorro no es reacio a darse un festín con el plato del gato. Parece que la comida es buena, no hay diferencia. ¿Es tan? ¿Puedo alimentar a mi cachorro con comida para gatos?
Inmediatamente haga una reserva que estamos hablando de alimentación de clase premium o súper premium. No alimente a los animales con otros alimentos secos.
Sin embargo, no puedes alimentar a un cachorro con comida para gatos, ni siquiera buena.
7 razones para no alimentar a tu cachorro con comida para gatos
- Hay demasiada proteína en la comida para gatos. Para un cachorro, esto está plagado de problemas con la digestión, los riñones y el sistema cardiovascular.
- La comida para gatos contiene demasiada fibra. Esto puede causar una deficiencia de minerales, así como de vitaminas solubles en líquido en el cuerpo del cachorro, provocar vómitos y problemas con el tracto gastrointestinal.
- Hay demasiadas vitaminas PP y E en los alimentos Purr. Si un cachorro come comida para gatos, esto provoca descamación de la piel, picazón, trastornos de las heces, náuseas y arritmia.
- La comida para gatos es pobre en vitaminas A, K, C y D3. Esto está plagado de problemas de visión, mal estado del pelaje y la piel, sangrado de las encías, debilidad, mala coagulación de la sangre y problemas con el sistema musculoesquelético.
- La comida para gatos es rica en taurina. Esto puede causar problemas con el corazón, los riñones y la digestión, y la función reproductiva también se ve afectada. La alergia es posible.
- El exceso de fósforo y yodo, que un cachorro puede obtener de la comida para gatos, afecta la glándula tiroides, el corazón, los riñones, la piel, la respiración y también es peligroso para el funcionamiento de los riñones, los intestinos y el hígado, y puede causar huesos quebradizos.
- Pero el potasio y el sodio en la comida para gatos para un cachorro son muy pequeños. Esto interrumpe el funcionamiento de los riñones, el corazón, el sistema digestivo, los músculos.
La conclusión es obvia: no puedes alimentar a un cachorro con comida para gatos.