Enfermedades de los ojos de las tortugas
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Enfermedades de los ojos de las tortugas

Las enfermedades oculares en las tortugas son bastante comunes. Como regla general, con el nivel de diagnóstico oportuno, no hay problemas con el tratamiento, pero los casos desatendidos pueden tener consecuencias graves, hasta la pérdida de la visión. ¿A qué tipo de enfermedades son propensas nuestras mascotas y qué provoca su aparición?

Síntomas de enfermedades oculares en tortugas.:

  • Enrojecimiento de ojos y párpados

  • Opacidad de la membrana mucosa del ojo

  • Hinchazón, hinchazón de los párpados y membrana nictitante

  • Descarga de los ojos

  • Amarilleamiento de la esclerótica

  • Gotas para los ojos

  • párpados pegados

  • Manchas blancas en los globos oculares

  • Reacción lenta del globo ocular.

  • Lesión en la córnea o el párpado

Los síntomas enumerados se pueden combinar con otros más generales: debilidad, pérdida de apetito, fiebre, etc.

Las enfermedades más comunes en las tortugas de crianza en casa son la conjuntivitis, la blefaroconjuntivitis, la panoftalmitis, la uveítis, la queratitis y la neuropatía óptica.

La conjuntivitis (inflamación de la membrana mucosa del ojo) es la dolencia más común. Las causas de la enfermedad pueden ser diferentes: tanto externas como internas (lesión ocular, quemaduras químicas, etc.). La conjuntivitis también es provocada por condiciones de detención desfavorables (la mayoría de las veces un cambio de agua raro) y la falta de vitaminas debido a la desnutrición. Los principales síntomas de la enfermedad son hinchazón, fuerte secreción de los ojos y enrojecimiento de los párpados. Con un diagnóstico y tratamiento oportunos, no es difícil eliminar la enfermedad.

La blefaroconjuntivitis (inflamación del párpado) ocurre debido a una deficiencia en el cuerpo de vitamina A. Se acumula una secreción amarillenta, similar al pus, debajo del párpado inferior, en el saco conjuntival, y la membrana nictitante hinchada cubre el globo ocular. Esta enfermedad provoca una disminución del apetito y debilidad, lo que, a su vez, aumenta la probabilidad de insuficiencia renal.

La panoftalmitis es una lesión de los tejidos del globo ocular causada por una infección purulenta. Síntomas: los ojos se hinchan y agrandan, el globo ocular se nubla. En un estado de abandono y con un tratamiento de mala calidad, la panoftalmitis conduce a la pérdida de los ojos. 

La uveítis también es una enfermedad infecciosa. La uveítis afecta la coroides del ojo. Síntomas: acumulación de secreciones, incluido pus en la parte inferior del ojo, así como debilidad general, negativa a comer, agotamiento, etc. Por lo general, la uveítis es de naturaleza bilateral y ocurre en el contexto de un resfriado severo, hipotermia, neumonía , etc.

La queratitis es una enfermedad no infecciosa que a menudo ocurre después de un período de invernada o después de lesiones. Es una pérdida de exudado de naturaleza proteica en el interior de la córnea. Síntoma: placa turbia en la córnea que no se puede quitar. Las manchas de sangre en el globo ocular indican daño físico en el ojo.  

La neuropatía óptica puede desarrollarse después de un largo invierno, con una fuerte caída de la temperatura en la cámara de invernada (en las tortugas terrestres), así como con una falta o un exceso de vitaminas en el cuerpo. Los ojos de las tortugas son muy sensibles, y solo unas pocas horas de temperatura desfavorable pueden provocar la pérdida temporal o completa de la visión. Esta enfermedad puede afectar uno o ambos ojos. Síntomas: los párpados se cierran, la pupila se estrecha, el globo ocular se cae. Se ven afectados el cristalino, el cuerpo vítreo, la retina, etc. La enfermedad causa catarata cortical, neuritis y atrofia del nervio óptico, paresia de los nervios y músculos de los ojos. En casos avanzados, la enfermedad también afecta los nervios facial y trigémino, los músculos del cuello y las extremidades anteriores. El resultado del tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad. Si se inicia neuropatía, el pronóstico del tratamiento se vuelve desfavorable.

Si se presentan síntomas de enfermedad, la tortuga debe ser llevada a un veterinario lo antes posible.

El diagnóstico y tratamiento debe ser realizado exclusivamente por un médico. No intente tratar a una mascota por su cuenta, cada enfermedad tiene sus propios matices y, en la mayoría de los casos, el autotratamiento solo complica la situación y tiene consecuencias irreversibles.

Recuerda, el bienestar e incluso la vida de tu mascota depende de la rapidez con la que se prescriba un tratamiento de calidad. ¡Estar sano!

 

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