Se llevaron a un gato de la calle: ¿qué sigue?
Entonces, adoptaste un gato callejero. Por alguna razón, no fue posible encontrar a los dueños del animal, o a todos les gustó mucho el gato y decidiste quedártelo. ¿Qué hacer con una nueva mascota y cómo adaptarla a las condiciones de vida de la casa?
¿Cómo pasar el primer día?
Para que el nuevo inquilino esté sano y feliz es necesario desde el primer día tomar medidas para organizar el espacio del hogar y socializar a la mascota. Un gato callejero puede necesitar tiempo para acostumbrarse a su nuevo entorno. Si has adoptado un gato que ya ha tenido dueños, es posible que ya esté socializado.
- En primer lugar, organizar una sala de cuarentena para el animal, es decir, aislamiento temporal, en la que estará la primera semana o dos. Hasta que el gato esté vacunado y tratado contra parásitos internos y externos, manténgalo alejado de los niños y otras mascotas. Deja que tu nueva mascota se acostumbre a los sonidos y olores de tu hogar. No asustes al gato ni intentes acariciarlo con frecuencia; se necesita tiempo para adaptarse. Si el gato no quiere salir del transportín, no es necesario que lo saques a la fuerza. Después de un tiempo, querrá comer y saldrá sola. Los recipientes con agua y comida, así como una bandeja, deben guardarse por primera vez en la sala de cuarentena.
- Una vez que el animal se calme y se acostumbre un poco a las nuevas condiciones, intente lavarlo. Lo más probable es que la mascota se asuste mucho, ya que no está acostumbrada a este tipo de procedimientos. Protégete las manos con guantes largos y el rostro con una mascarilla para evitar rasguños y picaduras. Lo mejor es lavar al gato con la ayuda de una ducha y juntos: una persona sostiene a la mascota, la segunda enjabona y enjuaga la espuma. Utilice un champú especial para gatos, incluido uno de doble acción: dicho champú limpia y tiene un efecto antiparasitario. Después del lavado, se debe limpiar suavemente al gato con una toalla y dejar secar en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Es mejor no utilizar un secador de pelo: puede asustar mucho a la mascota y, si no se utiliza correctamente, puede provocar quemaduras.
- Lleva al gato a la clínica veterinaria. Allí lo examinan minuciosamente y le harán las pruebas necesarias. El veterinario dará recomendaciones sobre esterilización y vacunas. Tras el examen inicial, el veterinario prescribirá un tratamiento integral de parásitos internos y externos (pulgas, garrapatas, helmintos) con preparaciones especiales. El conjunto obligatorio de vacunas incluye la vacunación contra la rabia, el moquillo felino (panleucopenia), el calicivirus y la rinotraqueítis viral. Un especialista puede recomendar vacunar a su gato contra la clamidia y la leucemia. Tenga en cuenta que la vacunación y esterilización de un gato solo se puede realizar en clínicas especializadas.
- Habla con tu veterinario sobre una dieta equilibrada para tu gato. La comida adecuada la ayudará a mantenerse sana y activa.
- Compra tazones, juguetes, una bandeja, un relleno para bandejas y un rascador en la tienda de mascotas. Es necesario acostumbrar al gato a utilizar una bandeja y un rascador desde el primer día de su estancia en tu casa. Coloca la bandeja en un lugar apartado y lleva al gato allí. Lo más probable es que un animal adulto comprenda intuitivamente lo que se debe hacer. Hay que llevar al gatito a la bandeja cada vez que notes que está agachado y rascando la superficie con las patas. Con el tiempo resultará acostumbrar a la mascota a una bandeja y a un rascador.
Para socializar con éxito a un gato en su hogar, trate de no insistir en el contacto con el gato y preséntelo inmediatamente al resto de la familia. Dale tiempo a tu nueva mascota. Cuanto más viejo sea el animal y más tiempo viva en la calle, más tardará en adaptarse. Un gatito pequeño se acostumbrará mucho más rápido a las nuevas condiciones. En cualquier caso, el tiempo, la paciencia y la amabilidad son las principales condiciones para una adaptación indolora del animal. Pasarán unas semanas y tu esponjosa belleza comenzará a ronronear y se arrodillará para recibir su porción de cariño.