Se llevaron a un gato de la calle: ¿qué sigue?
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Se llevaron a un gato de la calle: ¿qué sigue?

Entonces, adoptaste un gato callejero. Por alguna razón, no fue posible encontrar a los dueños del animal, o a todos les gustó mucho el gato y decidiste quedártelo. ¿Qué hacer con una nueva mascota y cómo adaptarla a las condiciones de vida de la casa?

 

¿Cómo pasar el primer día?

Para que el nuevo inquilino esté sano y feliz es necesario desde el primer día tomar medidas para organizar el espacio del hogar y socializar a la mascota. Un gato callejero puede necesitar tiempo para acostumbrarse a su nuevo entorno. Si has adoptado un gato que ya ha tenido dueños, es posible que ya esté socializado.

 

  1. En primer lugar, organizar una sala de cuarentena para el animal, es decir, aislamiento temporal, en la que estará la primera semana o dos. Hasta que el gato esté vacunado y tratado contra parásitos internos y externos, manténgalo alejado de los niños y otras mascotas. Deja que tu nueva mascota se acostumbre a los sonidos y olores de tu hogar. No asustes al gato ni intentes acariciarlo con frecuencia; se necesita tiempo para adaptarse. Si el gato no quiere salir del transportín, no es necesario que lo saques a la fuerza. Después de un tiempo, querrá comer y saldrá sola. Los recipientes con agua y comida, así como una bandeja, deben guardarse por primera vez en la sala de cuarentena.
  2. Una vez que el animal se calme y se acostumbre un poco a las nuevas condiciones, intente lavarlo. Lo más probable es que la mascota se asuste mucho, ya que no está acostumbrada a este tipo de procedimientos. Protégete las manos con guantes largos y el rostro con una mascarilla para evitar rasguños y picaduras. Lo mejor es lavar al gato con la ayuda de una ducha y juntos: una persona sostiene a la mascota, la segunda enjabona y enjuaga la espuma. Utilice un champú especial para gatos, incluido uno de doble acción: dicho champú limpia y tiene un efecto antiparasitario. Después del lavado, se debe limpiar suavemente al gato con una toalla y dejar secar en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Es mejor no utilizar un secador de pelo: puede asustar mucho a la mascota y, si no se utiliza correctamente, puede provocar quemaduras.
  3. Lleva al gato a la clínica veterinaria. Allí lo examinan minuciosamente y le harán las pruebas necesarias. El veterinario dará recomendaciones sobre esterilización y vacunas. Tras el examen inicial, el veterinario prescribirá un tratamiento integral de parásitos internos y externos (pulgas, garrapatas, helmintos) con preparaciones especiales. El conjunto obligatorio de vacunas incluye la vacunación contra la rabia, el moquillo felino (panleucopenia), el calicivirus y la rinotraqueítis viral. Un especialista puede recomendar vacunar a su gato contra la clamidia y la leucemia. Tenga en cuenta que la vacunación y esterilización de un gato solo se puede realizar en clínicas especializadas.
  4. Habla con tu veterinario sobre una dieta equilibrada para tu gato. La comida adecuada la ayudará a mantenerse sana y activa.
  5. Compra tazones, juguetes, una bandeja, un relleno para bandejas y un rascador en la tienda de mascotas. Es necesario acostumbrar al gato a utilizar una bandeja y un rascador desde el primer día de su estancia en tu casa. Coloca la bandeja en un lugar apartado y lleva al gato allí. Lo más probable es que un animal adulto comprenda intuitivamente lo que se debe hacer. Hay que llevar al gatito a la bandeja cada vez que notes que está agachado y rascando la superficie con las patas. Con el tiempo resultará acostumbrar a la mascota a una bandeja y a un rascador.

 

Para socializar con éxito a un gato en su hogar, trate de no insistir en el contacto con el gato y preséntelo inmediatamente al resto de la familia. Dale tiempo a tu nueva mascota. Cuanto más viejo sea el animal y más tiempo viva en la calle, más tardará en adaptarse. Un gatito pequeño se acostumbrará mucho más rápido a las nuevas condiciones. En cualquier caso, el tiempo, la paciencia y la amabilidad son las principales condiciones para una adaptación indolora del animal. Pasarán unas semanas y tu esponjosa belleza comenzará a ronronear y se arrodillará para recibir su porción de cariño.

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