El método de inmersión en el trabajo con perros.
Perros

El método de inmersión en el trabajo con perros.

Por desgracia, el llamado método de "inmersión" (también conocido como el método de "inundación") todavía se practica a veces, cuando se usa inmediatamente un estímulo muy fuerte. Por ejemplo, un perro que le tiene miedo a los extraños está rodeado por una multitud de personas. Y se espera que el perro “simplemente lo supere”.

Sin embargo, este método rara vez es útil. Y para entender por qué, imagina tu peor miedo.

Por qué no deberías usar el método de inmersión para perros

Por ejemplo, le tienes miedo a las serpientes. Y entonces te atan y te empujan a una habitación infestada de cobras. Este es el método de inmersión. Quizás lo sobrevivas. Pero, ¿después de cuánto tiempo te sentirás tranquilo? ¿Y qué pensarás del hombre que te encerró en esta habitación? ¿Confiarás en él en el futuro y te sentirás seguro a su alrededor? ¿O siempre esperará un truco sucio y, en general, preferirá no volver a ver a esta persona? ¿Y cambiará tu actitud hacia las serpientes?

El método de inmersión es peligroso. En la mayoría de los casos, el perro no logra vencer el miedo. En cambio, entra en pánico, se congela o cae en un estado de indefensión aprendida, que es peor.

Es muy útil para enfrentar su miedo. Pero sumergirse en el abismo de una pesadilla no es nada bueno. Y si usa este método, prepárese para el hecho de que el perro se volverá aún más tímido o agresivo. Además, tal vez ella comience a temerte, como una persona con quien se asocia una situación peligrosa.

De hecho, el método de "inmersión" provoca el desarrollo del análogo canino del trastorno de estrés postraumático, una condición muy grave y desagradable, de la que es extremadamente difícil deshacerse de una mascota. Es por eso que los especialistas competentes rara vez usan esta técnica.

Qué se puede utilizar en el trabajo con perros en lugar del método de inmersión

Es mejor elegir métodos como el contracondicionamiento y la desensibilización.

Es mucho más efectivo y seguro dar pequeños pasos, en cuyo caso los cambios positivos ocurrirán más rápido y serán mucho más sostenibles. Al mismo tiempo, el perro comenzará a confiar más en ti. Y aprenderás a entender mejor a tu mascota.

Si tu perro no se asusta ante algo nuevo, pero parece confuso o no sabe cómo reaccionar, ayúdalo. Tranquilice a su mascota con palabras y/o caricias suaves (pero no la mueva con voz temblorosa diciendo que todo está en orden y no grite cánticos alegres). Actúa como si fuera normal y no algo fuera de lo común. El objetivo es mantener al perro tranquilo, ni excitado ni asustado.

Si los métodos anteriores no ayudan, entonces algo anda mal. Tal vez esté cometiendo errores con la elección de la intensidad del estímulo o la distancia, o tal vez sin darse cuenta esté recompensando el comportamiento problemático del perro. En este caso, es mejor ponerse en contacto con un especialista que esté familiarizado con estos métodos y trabaje con la ayuda del refuerzo positivo.

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