Al gato no le gusta la comida: por qué sucede y qué hacer al respecto
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Al gato no le gusta la comida: por qué sucede y qué hacer al respecto

Los gatos son conocidos por ser quisquillosos con la comida, pero sus hábitos alimenticios pueden ser más que simples caprichos. Descubrimos por qué la mascota rechaza la comida y cómo ayudarlo.

El gato no come comida nueva

Incluso si ha elegido la comida perfecta para su gato, es posible que no lo aprecie de inmediato. Como regla general, los gatos de interior están estresados ​​por los cambios, y los cambios repentinos en la nutrición ejercen presión sobre su sistema digestivo. La situación es aún más complicada cuando la nueva dieta no es tan diversa como antes, por ejemplo, si la mascota necesita perder peso o prevenir el desarrollo de alergias. 

Qué hacer. Aprende de antemano todas las reglas para la transición a una nueva dieta. Esto llevará al menos siete días. Durante este período, debe combinar alimentos viejos y nuevos, controlar la temperatura y la textura de los alimentos y elegir la forma correcta de alentar las golosinas. 

El gato no come comida seca

El olor y el sabor de la comida seca son menos pronunciados que los de la comida húmeda, por lo que el gato puede ignorarlo inicialmente. El mismo problema surge cuando se cambia a un alimento de clase superior con ingredientes naturales: a diferencia de las opciones económicas, no contiene potenciadores del sabor ni sabores. 

El rechazo de la comida seca también puede causar problemas con la cavidad oral, especialmente en animales mayores. Si la mascota pide comida, pero luego no toca el plato, puede resultarle doloroso masticar trozos sólidos de comida.

Qué hacer. Al cambiar a un nuevo alimento, sea paciente y siga las reglas aprendidas previamente. Compruebe el estado de los dientes y las encías de su mascota; tal vez necesite tratamiento o una transición a una dieta más suave. Vigile la fecha de caducidad de los alimentos y no compre paquetes demasiado grandes: su contenido se oxida rápidamente y comienza a tener un sabor amargo.

El gato se niega a comer.

Una situación alarmante ocurre cuando un gato de repente deja de comer alimentos que ya le son familiares y ni siquiera responde a las golosinas. Esto puede suceder por las siguientes razones:

  • Las enfermedades van desde dolor de muelas e infecciones intestinales hasta pancreatitis e insuficiencia renal.
  • Procedimientos médicos: la pérdida de apetito se considera uno de los efectos secundarios de la vacunación, y después de las operaciones con anestesia, el gato puede no comer hasta por dos días.
  • Cambiar el entorno: reorganizar muebles, reparar, mudarse, viajar. En los dos últimos casos, el gato también puede sentirse mareado por el mareo en un automóvil o avión.
  • Problemas psicológicos: estrés, falta de atención, conflictos con familiares y otras mascotas.

Qué hacer. Consulte a su veterinario tan pronto como note cambios en los hábitos alimenticios de su gato. Cuanto más rápido responda a un problema, más posibilidades habrá de su resolución favorable.

El gato es quisquilloso con la comida.

Sucede que un gato es absolutamente saludable e igual de caprichoso: un día se abalanza sobre la comida y al siguiente ni siquiera la toca. Se puede observar un comportamiento similar en gatitos que aún no han formado hábitos alimenticios.

Qué hacer. Prueba alimentos en diferentes formatos, texturas y sabores. Asegúrese de recalentar la comida húmeda para mejorar el sabor. Y para no confundirse con las preferencias de su mascota, inicie un diario de alimentos y califique a todos los solicitantes.

 

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