problema de la vejiga natatoria
Enfermedad de los peces de acuario

problema de la vejiga natatoria

En la estructura anatómica de los peces existe un órgano tan importante como la vejiga natatoria, unos sacos blancos especiales llenos de gas. Con la ayuda de este órgano, el pez puede controlar su flotabilidad y permanecer en servicio a una determinada profundidad sin ningún esfuerzo.

Su daño no es fatal, pero el pez ya no podrá llevar una vida normal.

En algunos peces ornamentales, la vejiga natatoria puede deformarse gravemente mediante un cambio selectivo de la forma del cuerpo y, como resultado, es más vulnerable a las infecciones. Esto es especialmente cierto para peces dorados como Pearl, Oranda, Ryukin, Ranchu, así como para los gallos siameses.

Síntomas

El pez no es capaz de mantenerse a la misma profundidad: se hunde o flota, o incluso flota boca arriba en la superficie. Cuando se mueve, rueda de costado o nada en un ángulo agudo, con la cabeza hacia arriba o hacia abajo.

Causas de la enfermedad

La lesión de la vejiga natatoria a menudo ocurre como resultado de una compresión severa de otros órganos internos que han aumentado de tamaño debido a diversas infecciones bacterianas, o debido a daños físicos o exposición breve a temperaturas extremas (hipotermia/sobrecalentamiento).

Entre los peces de colores, la causa principal es comer en exceso, seguido del estreñimiento y la obesidad.

Tratamiento

En el caso del pez dorado, se debe trasladar al individuo enfermo a un tanque separado con un nivel de agua bajo, no alimentarlo durante 3 días y luego someterlo a una dieta de guisantes. Sirva rodajas de guisantes blanqueados, congelados o frescos. No se han publicado artículos científicos sobre el efecto de los guisantes en la normalización de la vejiga natatoria de los peces, pero es una práctica común y este método funciona.

Si el problema ocurre en otras especies de peces, el daño a la vejiga natatoria debe considerarse como un síntoma de otra enfermedad, como hidropesía avanzada o infestación de parásitos internos.

Deje un comentario