Micoplasmosis en perros: síntomas y tratamiento
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Micoplasmosis en perros: síntomas y tratamiento

La micoplasmosis en perros es una enfermedad infecciosa causada por Mycoplasma cynos, de la clase Mollicutes. Estos procariotas microscópicos, de tamaño no mayor a 0,3 micras, afectan las membranas mucosas de varios órganos. ¿Cómo saber si una mascota está enferma?

La micoplasmosis es bastante difícil de diagnosticar, porque la enfermedad prácticamente no se manifiesta durante mucho tiempo. Es posible que el dueño ni siquiera se dé cuenta de que su mascota está enferma hasta que el animal llegue al agotamiento extremo. La enfermedad no se transmite de un perro a una persona. Solo otra persona puede infectar a una persona con micoplasmosis.

Causas de la enfermedad

Los micoplasmas se encuentran en casi todas partes en la naturaleza, independientemente del clima y otras condiciones. En muchos perros, viven en la microflora del tracto genital y respiratorio y pueden existir durante muchos años sin causar efectos secundarios. Todo depende de la inmunidad del animal: si todo está en orden con la salud y el sistema inmunológico del perro, la enfermedad no se desarrollará.

Una mascota puede infectarse con micoplasmas en la calle o de otro perro, por ejemplo, durante el apareamiento. Hay varias formas de infección:

● sexual, ● intrauterino, ● a través de la leche materna, ● en el aire, ● contacto.

En animales inmunocomprometidos o con enfermedades crónicas, los micoplasmas pueden causar:

● problemas respiratorios, ● conjuntivitis, ● mastitis, ● cistitis, ● daño hepático y renal.

La micoplasmosis es más peligrosa para las perras preñadas, ya que puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal o más infertilidad.

Síntomas y diagnóstico

Si sospecha que la mascota se ha infectado con micoplasmas, es importante que no se automedique, sino que se comunique de inmediato con un veterinario. Dado que la micoplasmosis en las etapas iniciales es extremadamente débil, debe controlar cuidadosamente el estado de la mascota.

Los siguientes signos pueden indicar la presencia de la enfermedad:

● lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, la formación de pus; ● secreción nasal; ● dermatitis, descamación de la piel y eccema; ● aumento de la temperatura; ● cojera e hinchazón de las articulaciones; ● disminución o falta de apetito, agotamiento de la mascota; ● apatía y letargo; ● anemia; ● náuseas, problemas gastrointestinales, diarrea; ● dificultad para orinar.

El diagnóstico de la micoplasmosis es difícil porque no provoca ningún síntoma específico. Por eso es importante pasar las pruebas necesarias lo antes posible. El principal método de diagnóstico es una prueba de PCR, y también se puede realizar un hemocultivo bacteriano y un análisis de orina para determinar la respuesta de los micoplasmas a los antibióticos.

Tratamiento de la micoplasmosis en perros y medidas de prevención.

La micoplasmosis se trata de manera integral. Este es un proceso largo que requerirá bastante paciencia por parte del propietario. La terapia incluye tomar antibióticos, principalmente de la serie de tetraciclinas, así como medicamentos antiinflamatorios. Los antibióticos de tetraciclina están contraindicados en cachorros y el tratamiento de perras preñadas comienza solo después de la cesárea. Esta es una necesidad que salvará la vida tanto de la madre como de los cachorros.

No existe una prevención directa de la micoplasmosis, pero se puede reducir la probabilidad de que ocurra. Debe controlar cuidadosamente la salud de la mascota, apoyar su sistema inmunológico y también prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.

 

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