Lipidosis hepática en gatos: descripción de la enfermedad, síntomas y tratamiento
Gatos

Lipidosis hepática en gatos: descripción de la enfermedad, síntomas y tratamiento

La lipidosis hepática en gatos es una enfermedad peligrosa asociada con la acumulación de grasa en el hígado. Muy a menudo, este proceso ocurre en animales con sobrepeso que llevan un estilo de vida sedentario. ¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad y cómo proteger a la mascota?

La enfermedad del hígado graso en gatos no es la única, sino una de las más comunes enfermedades del HIGADO. Los animales de mediana edad suelen padecerlo, pero los jóvenes obesos también corren riesgo. El aumento excesivo de peso se produce debido a una mala nutrición, como cuando el gato tiene acceso a la comida las XNUMX horas del día o si la comida contiene demasiados carbohidratos. En este caso, la mascota, especialmente si vive en un apartamento de la ciudad, comienza el proceso de deposición de grasas en el hígado.

Causas de la lipidosis hepática.

Muy a menudo, la lipidosis hepática es consecuencia de la inanición de una mascota, cuando se niega a comer debido a una enfermedad o estrés. La lipidosis primaria en los gatos se desarrolla en el contexto de la obesidad, que provoca la acumulación de células grasas en el hígado, pero el hambre desencadena la enfermedad. Los motivos del rechazo de los alimentos y el desarrollo de lipidosis primaria pueden ser:

  • estrés,
  • infecciones
  • cambios en la dieta,
  • Periodo de caza sexual.

La lipidosis secundaria ocurre cuando un animal rechaza la comida debido a otras enfermedades, como diabetes o pancreatitis.

Síntomas de la enfermedad

Se puede entender que un gato sufre de lipidosis hepática por los siguientes signos:

  • vómitos;
  • problemas con las heces, diarrea, estreñimiento;
  • pérdida repentina de peso de más de una cuarta parte del peso corporal;
  • negativa a comer durante varios días;
  • cambio de color de las membranas mucosas;
  • apatía y letargo;
  • deshidración;
  • baja presión
  • ictericia.

En las últimas etapas de la enfermedad, aparecen síntomas de insuficiencia renal y encefalopatía hepática: estado deprimido del animal, salivación y alteración de la coagulación sanguínea.

Tratamiento y cuidado

La principal dirección del tratamiento de la lipidosis hepática es garantizar una nutrición adecuada para el gato, porque es el rechazo de la comida la causa del desarrollo de la enfermedad. Durante el tratamiento, al gato se le coloca una sonda de alimentación o se le alimenta a la fuerza con una jeringa. Esta alimentación se puede realizar durante 1-1,5 meses. Si el estado del animal es crítico, se lo interna en un hospital.

La rehabilitación después del tratamiento consiste en una dieta prescrita por un médico y el seguimiento del estado de la mascota. Periódicamente, el médico extraerá sangre para analizarla y también puede realizar una ecografía del hígado.

El pronóstico de los veterinarios depende de muchos factores, como la edad del gato y el estadio de la enfermedad. En las primeras etapas, la lipidosis se trata de manera segura; en las etapas posteriores, es posible que surjan complicaciones. Por eso, es importante consultar a un especialista de manera oportuna y no automedicarse.

Medidas preventivas

La principal medida para la prevención de la lipidosis hepática es mantener gato de peso normal al igual que nutrición adecuada Debes elegir el alimento que más le convenga al animal de forma individual y también tener en cuenta los deseos de la mascota. Si el gato se niega a comer, no es necesario forzarlo y esperar hasta que el animal tenga mucha hambre. Al fin y al cabo, las mascotas también tienen sus preferencias y hay que tenerlas en cuenta.

Ver también:

  • ¿Cómo deberían ser las heces de un gato sano?
  • Moquillo en gatos: síntomas, tratamiento y prevención.
  • Signos de envejecimiento en un gato: enfermedades y cuidados de un animal

Deje un comentario