Enfermedad hepática en perros
Prevención

Enfermedad hepática en perros

Enfermedad hepática en perros

Aquí intentaremos analizar los tipos más básicos de violación de su trabajo. Hablemos sobre los síntomas a tener en cuenta y cómo prevenir la enfermedad hepática en los perros.

Enfermedad Hepática en Perros: Fundamentos

  • El hígado es un órgano complejo que está involucrado en la mayoría de los procesos del cuerpo;

  • Las enfermedades del hígado son tan variadas como sus funciones;

  • Los síntomas de la enfermedad hepática pueden ser latentes e inespecíficos;

  • El diagnóstico incluye un examen completo, anamnesis, análisis de sangre y ecografía. A veces se requieren métodos adicionales (biopsia, histología);

  • El tratamiento del hígado debe ser integral y, en primer lugar, debe dirigirse a la causa de la enfermedad;

  • La prevención incluye una nutrición adecuada, medidas preventivas oportunas (vacunas, tratamiento para parásitos), examen clínico (exámenes periódicos realizados por un médico).

Enfermedad hepática en perros

Clasificación de enfermedades

El hígado realiza muchas funciones complejas, lo que determina la variedad de trastornos fisiopatológicos que se manifiestan en la enfermedad de este órgano.

La enfermedad hepática en perros se puede dividir en tres grandes grupos.

  1. Enfermedades inflamatorias. Estas son enfermedades hepáticas agudas o crónicas que ocurren en respuesta al daño o la acción de un patógeno (infección, toxinas). Se dividen respectivamente en:

    • Infeccioso. Bacteriana (leptospirosis, absceso), viral (hepatitis infecciosa de perros) y parasitaria (ascaris, toxocara);

    • No infeccioso. Hepatitis crónica, cirrosis, fibrosis por toxinas y fármacos, procesos autoinmunes.

  2. Enfermedades no inflamatorias, también son degenerativas (degenerados – deteriorarse, degenerar). Incluyen:

    • Hepatopatía vacuolar (patología del hígado a nivel celular). Lipidosis (hígado graso), amiloidosis (deposición de componentes de proteína-carbohidrato en las células del hígado), enfermedades por acumulación de cobre, vitamina A, vitamina D, síndrome hepato-cutáneo, etc.;

    • Anomalías de los vasos sanguíneos. Anastomosis portocales congénitas, shunts, hipoplasia de la vena porta, fístula intrahepática, etc.;

    • Tumores/neoplasias (primarias o metástasis).

  3. Enfermedades de las vías biliares:

    • Colestasis: bloqueo de los conductos biliares;

    • Colangitis – inflamación de los conductos biliares;

    • La colecistitis es la inflamación de la pared de la vesícula biliar.

Síntomas de enfermedad hepática en perros.

El hígado tiene una enorme reserva de energía y un enorme potencial de regeneración. Por lo tanto, las enfermedades aparecen clínicamente solo después de que se agotan estas reservas. A menudo, los síntomas de los problemas hepáticos en un perro pueden ser sutiles, por lo que debes tener especial cuidado en controlar cualquier desviación en el comportamiento de la mascota.

Enfermedad hepática en perros
  • Primeros síntomas y signos de enfermedad hepática en perros:

    • Disminución del apetito o negativa a comer;

    • Disminución del peso corporal;

    • Somnolencia, letargo, negativa a jugar;

    • Vomitar. Puede ser aguda (varias veces al día) o intermitente (por ejemplo, una vez a la semana);

    • Diarrea;

    • Polidipsia/poliuria: aumento de la sed y aumento del volumen de orina;

    • Si un perro tiene dolor de hígado, puede mostrar los siguientes síntomas: chillar cuando lo levantan, adoptar posturas poco naturales, con mucho cuidado para realizar movimientos que antes le eran familiares.

  • Insuficiencia hepática grave:

    • Ictericidad: color amarillento de las membranas mucosas, la esclerótica, la piel. El color amarillo-naranja puede aparecer en la orina y en el suero sanguíneo al tomar una muestra;

    • La ascitis es una acumulación de líquido libre en la cavidad abdominal. Exteriormente, puede manifestarse como un aumento del volumen del abdomen;

    • Encefalopatía hepática: trastornos neurológicos en el contexto de intoxicación. Puede manifestarse en forma de alteración de la coordinación, desmayos, convulsiones, etc.;

    • La coagulopatía es un trastorno hemorrágico. Puede presentarse como sangrado excesivo en la toma de muestras de sangre, sangre en orina, heces, vómito, hemorragias en las mucosas.

  • Obstrucción del conducto biliar:

    • Heces pálidas (acólicas). El hecho es que la sustancia estercobilina tiñe el color marrón de las heces. Se encuentra en la bilis, y si la bilis no se forma o no se excreta en cantidades suficientes, el color de las heces será mucho más claro o incluso blanco.

Diagnóstico

El diagnóstico de enfermedades hepáticas en perros debe ser completo. El primer paso es realizar una anamnesis y un examen exhaustivos. La mayoría de los síntomas enumerados anteriormente son inespecíficos, es decir, pueden manifestarse tanto en enfermedades del hígado, por ejemplo, en enfermedades de los intestinos, páncreas, ciertas infecciones y envenenamientos. En consecuencia, antes de tratar el hígado del perro, es necesario realizar un diagnóstico completo:

  1. Toma cuidadosa de la historia. El médico analizará en detalle los aspectos del mantenimiento de una mascota, su alimentación, enfermedades previas, toma de medicamentos, tratamientos preventivos y vacunas, etc.

  2. Inspección. En la cita, el médico valorará el estado de las mucosas, su coloración, humedad, dolor de la pared abdominal, temperatura corporal, etc.

  3. Análisis de sangre clínico. Le permitirá evaluar si hay un proceso inflamatorio en el cuerpo, hemólisis (destrucción de glóbulos rojos), anemia, un proceso infeccioso o inflamatorio agudo, y en ocasiones un proceso neoplásico (tumor) incluso puede sospecharse por un análisis de sangre clínico. prueba.

  4. Química de la sangre. Permitirá evaluar el grado y la naturaleza del daño hepático, el nivel de intoxicación y el daño orgánico.

  5. Uroanálisis general y bioquímico. Los cambios en el análisis, como la presencia de bilirrubina, cristales de biurato de amonio, cambios en la densidad de la orina, pueden indicar enfermedades hepáticas.

  6. Encuesta ecográfica de la cavidad abdominal. Le permitirá evaluar el tamaño del hígado, los cambios en su estructura, el estado del tracto biliar, los vasos sanguíneos, la presencia de neoplasias.

  7. Investigación de infecciones. Como la leptospirosis, la hepatitis infecciosa de los perros.

Enfermedad hepática en perros

Además, se pueden requerir estudios como biopsia, portografía y coagulación sanguínea.

Tratamiento hepático en perros

Para cualquier enfermedad, la terapia debe ser integral e incluir varios factores. Como dijimos anteriormente, el hígado es un órgano con muchas funciones, las enfermedades hepáticas tienen una variedad importante, sin mencionar que muchas veces son una complicación de otra enfermedad. Por lo tanto, el tratamiento de un hígado enfermo en un perro puede variar mucho según la causa de la enfermedad, la gravedad de los síntomas, la edad y otros factores. El tratamiento puede incluir las siguientes medidas y grupos de medicamentos:

  • Antiespasmódicos y analgésicos;

  • Cuentagotas. A menudo, las enfermedades hepáticas van acompañadas de deshidratación, intoxicación y alteraciones electrolíticas. Las infusiones intravenosas contribuyen a la normalización de estos indicadores y la recuperación es más rápida;

  • Antídotos. Cuando se envenena con sustancias conocidas, se pueden usar antídotos para neutralizar rápidamente los venenos y las toxinas;

  • Antibióticos/antimicrobianos. Con infecciones e invasiones;

  • Hepatoprotectores. Este es un grupo de medicamentos que tienen un efecto positivo en la restauración de las células hepáticas;

  • Dieta. Durante el período de enfermedad, debe transferir a la mascota a un alimento dietético especializado (alimento especializado o una dieta individual compilada por un médico). El alimento debe ser fácilmente digerible, no sobrecargar el hígado, contener una cantidad suficiente de antioxidantes, vitaminas, proteínas;

  • Fármacos antihelmínticos;

  • Fármacos antieméticos. Con vómitos o náuseas;

  • Enterosorbentes. Con diarrea y envenenamiento. Se unen a muchas sustancias tóxicas en los intestinos. Por lo tanto, se excretan de forma segura del cuerpo con las heces;

Algunas patologías requieren intervención quirúrgica. Por ejemplo, con tumores voluminosos o derivaciones.

Prevención

Para prevenir la enfermedad hepática en una mascota, debe seguir solo tres reglas simples:

  1. Dieta equilibrada y completa;

  2. Medidas preventivas oportunas (vacunación, tratamiento parasitario);

  3. Examen clínico (se puede combinar con la vacunación anual).

Hablemos de cada punto con más detalle.

Dieta

Puedes alimentar a tu mascota con comida industrial completa. Lo principal es elegir el tipo de producto que más le convenga. Como regla general, hay información en la etiqueta que ayudará con esto. Por ejemplo, comida para razas miniatura de hasta 6 años o comida para perros adultos con mucha actividad, etc.

Si eres un seguidor de las dietas caseras, entonces debes abordar su compilación correctamente. No le des a tu mascota productos de la mesa (galletas, dulces, fritos, salados, etc.).

La fuente de proteína es la parte más importante de la dieta. Debe ser fácilmente digerible y completo, debe ser suficiente. Puede usar carne de pavo, pollo, res, vísceras (solo tenga cuidado con el hígado, debe administrarse con mucho cuidado y en raras ocasiones, debido al exceso de vitamina A que contiene). Los ácidos grasos esenciales (que se encuentran en los aceites vegetales y los pescados grasos) deben agregarse a la dieta, y los carbohidratos (cereales, vegetales) son necesarios para la función intestinal normal. Para elaborar proporciones óptimas, es mejor contactar a un veterinario nutricionista. Incluso puede hacerlo en línea, en la aplicación móvil de Petstory. Puedes descargarlo desde el enlace.

VACUNA GRATIS

Enfermedades como la leptospirosis, la hepatitis viral canina, afectan al hígado. La buena noticia es que las vacunas han estado disponibles durante mucho tiempo para estas infecciones.

Todas las mascotas deben vacunarse, incluso si no salen o si no permite que otros perros se acerquen a su mascota mientras camina. El hecho es que muchas infecciones pueden llevarse a casa en la ropa o los zapatos, y para la infección (por ejemplo, la enteritis por parvovirus de los perros) no es necesario en absoluto contactar directamente con una persona infectada, basta con el contacto con sus excrementos, que es muy posible al oler el suelo. Si a menudo camina con su mascota en el campo o en el bosque o caza con él, entonces se debe prestar especial atención a la vacunación contra la leptospirosis.

Enfermedad hepática en perros

Las vacunas deben hacerse una vez al año. Esta es una forma económica de evitar muchos problemas de salud en el futuro.

Tratamiento de parásitos

Con el tratamiento de parásitos, la situación es la misma que con la vacunación. No se necesita ningún esfuerzo especial para crear una nueva vida dentro de la mascota. Puede simplemente oler o lamer el guijarro desafortunado (o no un guijarro), y después de un par de semanas estará excretando huevos de parásitos en todas partes, incluida su casa.

El tratamiento contra pulgas y garrapatas es igual de importante. Las pulgas portan ciertos tipos de gusanos y las garrapatas causan enfermedades transmitidas por vectores que afectan a muchos órganos, incluido el hígado.

El tratamiento de los helmintos debe realizarse con fines profilácticos una vez cada 3 meses (para cachorros de hasta un año, una vez al mes y medio). De los parásitos externos, debe tratar a su mascota durante todo el tiempo cuando la temperatura del aire exterior sea superior a cero.

Enfermedad hepática en perros

El examen clínico

No todas las patologías hepáticas pueden detectarse a tiempo mediante un examen externo o síntomas. Como ya hemos dicho, los síntomas pueden permanecer ocultos durante mucho tiempo o aparecer muy raramente. Por ello, es importante comprobar periódicamente el estado de salud de la mascota con un veterinario. Para perros jóvenes de hasta 6 años, los controles de rutina y los análisis de sangre de rutina una vez cada 1 o 2 años son suficientes. Para perros mayores de 6-8 años, es recomendable realizar una ecografía adicional de la cavidad abdominal una vez al año, ya que con la edad existe el riesgo de cambios degenerativos en el hígado y neoplasias, y si se detectan a tiempo, entonces el tratamiento tomará un mínimo de tiempo, dinero y nervios.

¡El artículo no es un llamado a la acción!

Para un estudio más detallado del problema, recomendamos contactar a un especialista.

preguntale al veterinario

Febrero 15 2021

Actualizado: 1 de marzo de 2021

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