Enfermedad hepática en perros y gatos
Prevención

Enfermedad hepática en perros y gatos

El rápido desarrollo de los diagnósticos y la medicina ha demostrado que las enfermedades hepáticas en gatos y perros son mucho más comunes de lo que se pensaba. En muchos casos acompañan dolencias de otros órganos: estómago, intestinos, riñones, y no siempre se diagnostican a tiempo. Conocer los principales síntomas y causas de los problemas hepáticos ayudará al dueño a responder rápidamente y proteger la salud de la mascota. 

El hígado es una especie de “filtro” del organismo, que interviene en todos los procesos metabólicos y filtra sustancias tóxicas. Es responsable del metabolismo de hormonas, proteínas, carbohidratos, grasas y vitaminas, produce bilis para la digestión de los alimentos y cumple una función protectora. Cualquier alteración en el funcionamiento del hígado afecta a todo el cuerpo. Sin embargo, a diferencia de otros órganos, el hígado tiene la capacidad de regenerarse y tiene una enorme reserva. En el caso de una lesión, continúa realizando sus funciones en un grado u otro, y las etapas iniciales de la enfermedad son fáciles de pasar por alto.

¿Qué enfermedades hepáticas tienen los perros y gatos?

Encabezando la lista de las enfermedades hepáticas más comunes en perros y gatos se encuentran:

  • insuficiencia hepática

  • hepatitis crónica,

  • fibrosis hepática,

  • encefalopatía hepática,

  • piroplasmosis.

Cada enfermedad tiene su propia naturaleza y síntomas, pero muchos de los síntomas pueden ser similares. Sin educación especial, incluso el propietario más atento y culto no podrá determinar exactamente de qué está enferma su mascota.

El diagnóstico lo establece únicamente un veterinario.

Enfermedad hepática en perros y gatos

Causas de

Las enfermedades del hígado pueden ser tanto hereditarias como derivadas de patologías autoinmunes y problemas con la endocrinología: diabetes mellitus, neoplasias diversas, etc.

Sin embargo, las razones más comunes son:

– mala calidad y nutrición desequilibrada,

– uso a largo plazo de medicamentos que ejercen una carga sobre el hígado (efecto hepatotóxico),

– enfermedades infecciosas: bacterianas o virales,

— infestación de gusanos,

– trastornos cardíacos.

La enfermedad hepática puede desarrollarse en gatos y perros de todas las razas, independientemente de la edad y el estado de salud general.

Síntomas de la enfermedad hepática en perros y gatos

Los signos comunes incluyen:

  • pérdida de apetito o rechazo total a alimentarse,

  • náuseas: el vómito puede contener bilis o mucosidad,

  • sed intensa,

  • membranas mucosas secas,

  • aumento de la producción de gas

  • debilidad,

  • pérdida de peso,

  • coloración amarillenta de las mucosas.

Habiendo encontrado al menos uno de los síntomas, el propietario responsable ya debería hacer sonar la alarma y llevar a la mascota a un especialista.

Dependiendo de la enfermedad concreta, a los síntomas generales se añaden otros específicos: decoloración de orina y heces, dermatitis, hemorragias, etc.

Todas estas manifestaciones son muy peligrosas. El contacto oportuno con la clínica veterinaria, el diagnóstico rápido y la terapia pueden salvar la vida de la mascota.

Diagnóstico, tratamiento y prevención

El problema es diagnosticado por un veterinario en base al examen físico, análisis clínicos y bioquímicos de sangre, heces, orina y ultrasonido hepático.

Desafortunadamente, las formas crónicas de enfermedad hepática no se pueden curar por completo. La terapia estará dirigida a detener el desarrollo de la enfermedad y aliviar los síntomas.

El régimen de tratamiento depende del tipo específico de enfermedad. Junto con la terapia con medicamentos, incluye una dieta terapéutica y un control regular de la salud. A un gato o perro con enfermedad hepática se le prescriben análisis de sangre regulares y ultrasonido hepático para monitorear y suprimir los períodos de recaída de manera oportuna.

La prevención de problemas hepáticos consiste en seguir las normas de cuidado de una mascota, una alimentación equilibrada de alta calidad y exámenes preventivos por parte de un veterinario al menos una vez al año.

Prevenir una enfermedad es más fácil que curarla. Si todos los propietarios hicieran una regla para contactar a las clínicas veterinarias no solo en caso de un problema, sino también con fines de prevención, ¡habría muchos menos gatos y perros con enfermedades crónicas!

¿Qué alimentar a un perro y un gato con enfermedades hepáticas?

Enfermedad hepática en perros y gatos

Una dieta especial es un componente obligatorio del tratamiento de enfermedades hepáticas. En la mayoría de los casos, el hígado experimenta un aumento de la carga debido a la desnutrición y, si el problema ya existe, la situación debe corregirse lo antes posible. Es imposible descuidar la dieta u observarla "de manera descuidada", de lo contrario, el tratamiento con los mejores medicamentos será ineficaz.

La dieta terapéutica para una mascota es seleccionada por un veterinario en función de la naturaleza de la enfermedad, la condición del animal y la historia. El objetivo principal de la dieta es proporcionar al cuerpo una gama completa de nutrientes, apoyar la función hepática y promover su regeneración. Un ejemplo es Monge VetSolution Hepatic, una dieta terapéutica para mascotas con enfermedades hepáticas. Contiene cardo mariano, parte del complejo patentado FitAroma, para crear un enfoque especial para el tratamiento de enfermedades hepáticas. Se prescribe para insuficiencia hepática, hepatitis crónica, piroplasmosis, ictericia, fibrosis, etc.

Las dietas terapéuticas tienen contraindicaciones. Es importante seguir estrictamente las recomendaciones del médico.

Lo principal en juego es la salud y, posiblemente, la vida de tu mascota. ¡No me decepciones!

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