¿Cómo domar una chinchilla?
Roedores

¿Cómo domar una chinchilla?

¿Puedes domesticar una chinchilla? – Es posible e incluso necesario. Con el enfoque correcto, estos divertidos animales se vuelven muy contactados y disfrutan mucho de comunicarse con una persona. Pero la educación puede llevar algún tiempo y no debes apresurarte. 10 sencillos consejos te ayudarán a hacer todo bien.

  • ¡Tome su tiempo! La domesticación de una chinchilla debe ser gradual. Si hoy el animal no está dispuesto a trepar a tu palma, no lo obligues a hacerlo, inténtalo de nuevo mañana.

  • Deja que la chinchilla se ajuste. No comience la educación desde los primeros días desde la aparición de un roedor en un nuevo hogar. Mudarse supone mucho estrés para una mascota y le llevará al menos entre 3 y 4 días adaptarse. Durante este período, es mejor, si es posible, no molestar al animal. Déjelo que se acostumbre al nuevo lugar, sonidos y olores y comprenda que está a salvo.

  • Empiece a domesticar cuando su chinchilla esté de buen humor, como cuando esté jugando. No despiertes a tu chinchilla para acicalarla y no la apartes de su comida. En este caso, es poco probable que tenga éxito.

  • No saques con fuerza a la chinchilla de la jaula, no metas las manos en la jaula, especialmente desde arriba. Tales acciones hacen que el roedor se asocie con el peligro. A nivel genético, las chinchillas temen los ataques desde arriba (aves rapaces), y tu mano levantada por encima de la chinchilla puede asustarla.

¿Cómo domar una chinchilla?

Y ahora vamos directamente a los pasos de la domesticación. ¿Cómo domesticar una chinchilla en tus manos?

  • Ármate con un regalo especial para chinchillas. Ponlo en tu palma.

  • Abre la puerta de la jaula. Coloque las manos con las palmas hacia arriba antes de salir de la jaula. Nuestro objetivo es esperar hasta que el animal suba a tu palma y reciba una golosina.

  • Si la mascota tiene miedo y no sale de la jaula, abandona el intento y repítelo al día siguiente. En ningún caso saques la chinchilla a la fuerza, así le enseñarás a tener miedo. Al contrario, debe entender que tus manos no la amenazan con nada.

  • Después de que la chinchilla suba por primera vez a su palma, no realice ninguna acción: no la planche, no la levante. Primero, ella debe acostumbrarse a contactar contigo.

  • Cuando la chinchilla comience a trepar a tu palma sin miedo, comienza a acariciarla gradualmente e intenta levantarla. Todos los movimientos deben ser suaves y precisos.

  • Cuando domines todos los puntos anteriores, podrás poner la chinchilla en tu hombro. ¡Y esta es una redistribución de los sueños de todo propietario!

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