¿Cómo presentar un gato a un niño?
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¿Cómo presentar un gato a un niño?

Muchos niños adoran a los animales, incluidos los gatos. Sin embargo, para que el niño se haga amigo del ronroneo, debe enseñarle al heredero a manejar adecuadamente al gato y respetar sus deseos. ¿Cómo presentar un gato a un niño? 

En la foto: una niña con un gatito. Foto: www.pxhere.com

Consejos para padres: cómo presentarle un gato a un niño

Para que la comunicación entre el niño y el gato sea segura, es necesario seguir reglas simples pero muy importantes.

  1. Enseñarle a un niño la forma correcta de tomar un gato en tus manos. Es importante mantener un ronroneo debajo de las patas traseras y debajo del pecho. No debes tocar el estómago, ya que es una zona muy sensible, y algunos gatos reaccionan al tocarla con una técnica de protección refleja: agarran la mano con las garras y se muerden los dientes.
  2. entrenar a un niño lengua de gato. Los niños necesitan saber cuándo no molestar a una mascota con muestras de afecto (por ejemplo, si un gato mueve la cola o aplana las orejas).
  3. No dejes que tu hijo asuste al gato., acercarse a ella bruscamente o molestarla si está comiendo, durmiendo o ha decidido retirarse a su refugio.
  4. No permita que su hijo toque a los gatos de otras personas, incluidos los callejeros, ya que la comunicación con gatos desconocidos puede estar plagada de problemas. Esto no es necesario para formar una fobia, sino para establecer marcoque protegerá al bebé de los problemas.
  5. Mejor no tomar en una familia con niños en edad preescolar, un gatito menor de 4 meses. Los gatitos son criaturas demasiado frágiles, y un niño menor de seis años puede no calcular la fuerza de su amor y herir accidentalmente a una mascota, e incluso en su presencia, simplemente no tendrá tiempo para intervenir.
  6. A veces, los padres, en un esfuerzo por hacer "la mejor manera", echan a perder la actitud del niño hacia el gato, poniendo en su heredero responsabilidades insoportables para cuidar a la mascota. No cargues a tu hijopara el que no está preparado! Los niños son olvidadizos y es posible que no alimenten al gato a tiempo, le den agua o limpien la caja de arena. En primer lugar, el ronroneo, que no tiene la culpa de nada, sufrirá. Puede pedirle a su hijo que lo ayude a cuidar al gato, pero pregúntele qué puede manejar definitivamente y controle sutilmente el resultado.
  7. Sea un ejemplo para su hijo actitud cariñosa y afectuosa hacia el gato. Un buen ejemplo de los adultos es mucho más claro y efectivo que los reproches e instrucciones y no provocará hostilidad al ronroneo.

En la foto: un niño y un gato. Foto: pixabay.com

Los niños pequeños no son conscientes de lo amenazante que puede ser su comportamiento para un gato. Y, como regla, los niños en edad preescolar no pueden controlar suficientemente sus acciones, por lo que cualquier comunicación entre un bebé y un gato solo debe realizarse bajo la supervisión de un adulto.

Y esto se aplica no solo a sus propios hijos, sino también a los invitados. Al final, incluso el gato más pacífico no puede contenerse cuando lo tiran de la cola o intentan sacarle el ojo.

 

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