Alergias alimentarias en gatos.
Prevención

Alergias alimentarias en gatos.

Alergias alimentarias en gatos.

Los alérgenos en este caso son componentes de los alimentos: la mayoría de las veces son proteínas y, con mucha menos frecuencia, conservantes y aditivos utilizados en la preparación de alimentos. Según la investigación, las reacciones alérgicas más comunes son las proteínas de la carne de res, la leche y el pescado.

Causas y síntomas

Las causas de la aparición no se comprenden completamente, se cree que existe una predisposición genética. Por ejemplo, los gatos siameses tienen más probabilidades de sufrir alergias alimentarias que otras razas.

La infección por helmintos redondos también puede provocar una reacción alérgica en personas predispuestas.

Los síntomas de la alergia alimentaria son muy diversos, pero la principal manifestación de la enfermedad es el picor de la piel de diferente intensidad, que se manifiesta constantemente, sin variabilidad estacional. El gato puede rascarse determinadas zonas, como la cabeza, el cuello, las orejas, o el picor será generalizado.

Pueden presentarse síntomas gastrointestinales como evacuaciones intestinales frecuentes, diarrea, gases y vómitos ocasionales. A menudo, las alergias alimentarias se complican por infecciones bacterianas o fúngicas secundarias de la piel, lo que provoca lesiones adicionales y un aumento de la picazón. Las alergias a los alimentos pueden ocurrir a casi cualquier edad, pero son más comunes en los gatos de mediana edad.

Diagnóstico

El único método de diagnóstico fiable es una dieta de eliminación seguida de provocación. Sin embargo, clínicamente, las alergias a los alimentos en los gatos pueden ser indistinguibles de otras alergias y otras afecciones de la piel con picazón. Por lo tanto, el diagnóstico siempre comienza con la exclusión de enfermedades parasitarias, a saber, demodicosis, infección por ácaros de la sarna, piojos y pulgas. Por ejemplo, un gato tiene sarna, y las manifestaciones clínicas serán muy parecidas a una alergia alimentaria, y por mucho que cambiemos la dieta, el picor seguirá persistiendo, ya que no es en absoluto la comida, sino la infección de la sarna. Pizca.

La picazón en la piel también ocurrirá con infecciones secundarias o con dermatofitosis (liquen), por lo que antes de comenzar una dieta de eliminación, debe asegurarse de que todas las infecciones estén bajo control o curadas. También es importante llevar a cabo tratamientos regulares contra las pulgas para que durante la dieta pueda estar seguro de que la reacción a la saliva de las pulgas no es la causa de la picazón.

Dieta para alergias alimentarias.

Es importante no solo cambiar la alimentación, sino elegir alimentos con nuevas fuentes de proteínas y carbohidratos. Para ello, se suele confeccionar una lista de todos los alimentos que el gato ha comido antes en su vida, y se selecciona alguno nuevo. Por ejemplo, un gato nunca ha probado la carne de pato, lo que significa que este componente es apto para una dieta de eliminación. Una dieta de eliminación puede ser autopreparada, o pueden usarse dietas con fuentes limitadas de proteínas y carbohidratos o dietas medicadas basadas en proteínas hidrolizadas.

La elección de la dieta se lleva a cabo junto con el veterinario y depende de la historia de la vida y la enfermedad del gato, las capacidades del dueño, las condiciones de vida de la mascota. La duración de la dieta de eliminación es de 8-12 semanas. Si durante este tiempo el picor ha disminuido significativamente o ha desaparecido por completo, entonces se vuelve a la dieta anterior y se valora el picor. Si la picazón reaparece con la dieta anterior, se confirma el diagnóstico de alergia alimentaria. Solo queda excluir los alérgenos de la dieta del gato, y el problema se resolverá.

Pero, desafortunadamente, no todo es tan simple. Los gatos pueden negarse a comer un nuevo tipo de comida, robar de la mesa, comer la comida de otros gatos, etc. Por ello, en ocasiones es necesario repetir la dieta de eliminación.

Algunos gatos con alergias alimentarias pueden desarrollar sensibilidad a otras proteínas con el tiempo. La alergia a los alimentos y la atopia o la alergia a las picaduras de pulgas también pueden ocurrir juntas.

Es imposible curar las alergias alimentarias, solo puedes controlar los síntomas e intentar eliminar por completo las fuentes de alérgenos de la dieta del gato.

El manejo de gatos con alergias alimentarias consiste en la selección adecuada de una dieta libre de alérgenos y el uso cuidadoso de golosinas y vitaminas que pueden contener sabores a base de proteínas que son alérgenos para el gato. El control de infecciones secundarias y los tratamientos regulares contra pulgas son importantes. En casos especialmente severos, el médico puede recetar medicamentos que reducen la picazón.

¡El artículo no es un llamado a la acción!

Para un estudio más detallado del problema, recomendamos contactar a un especialista.

preguntale al veterinario

25 2017 junio

Actualizado: julio 6, 2018

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