Salamandra de alambre (Salamandra salamandra)
reptiles

Salamandra de alambre (Salamandra salamandra)

El mayor representante de la familia Salamandriae, es excelente tanto para el cuidador principiante como para el avanzado.

Areal

La salamandra se encuentra en el norte de África, Asia Menor, en el sur y centro de Europa y en el este llega a las estribaciones de los Cárpatos. En las montañas se eleva a una altura de 2000 metros. Se instala en laderas boscosas a orillas de arroyos y ríos, prefiere los viejos bosques de hayas plagados de cortavientos.

Descripción

La salamandra de fuego es un animal bastante grande, que no alcanza una longitud de 20 a 28 centímetros, mientras que un poco menos de la mitad de su longitud recae sobre una cola redondeada. Está pintado de negro brillante con manchas amarillas brillantes de forma irregular repartidas por todo el cuerpo. Las patas son cortas pero fuertes, con cuatro dedos en las delanteras y cinco en las traseras. El cuerpo es ancho y macizo. No tiene membranas de natación. A los lados del hocico redondeado hay grandes ojos negros. Sobre los ojos hay "cejas" amarillas. Detrás de los ojos hay glándulas alargadas y convexas: las parótidas. Los dientes son afilados y redondos. Las salamandras de fuego son nocturnas. El método de reproducción de esta salamandra es inusual: no pone huevos, pero los lleva en su cuerpo durante 10 meses, hasta que llega el momento de que las larvas eclosionen de los huevos. Poco antes, la salamandra, que vive constantemente en la orilla, se pone de moda y se libera de los huevos, de los que nacen inmediatamente de 2 a 70 larvas.

Larvas de salamandra de fuego

Las larvas suelen aparecer en febrero. Tienen 3 pares de hendiduras branquiales y una cola plana. Al final del verano, las branquias de los bebés desaparecen y comienzan a respirar con pulmones y la cola se vuelve redonda. Ahora completamente formadas, las pequeñas salamandras abandonan el estanque, pero se convertirán en adultas a los 3 o 4 años.

Salamandra de alambre (Salamandra salamandra)

Contenido en cautiverio

Para criar salamandras bravas necesitarás un acuaterrario. Si es difícil de encontrar, también puede ser adecuado un acuario, siempre que sea lo suficientemente grande (90 x 40 x 30 centímetros) para 2-3 salamandras (2 machos no se llevan bien). Se necesitan dimensiones tan grandes para poder acomodar un depósito de 20 x 14 x 5 centímetros. El descenso debe ser suave o tu salamandra, al meterse en él, no podrá salir de allí. El agua debe cambiarse todos los días. Para la ropa de cama, es adecuada tierra frondosa con una pequeña cantidad de turba y hojuelas de coco. A las salamandras les encanta cavar, por lo que la capa de sustrato debe ser de 6 a 12 centímetros. Limpiar cada dos o tres semanas. Lavan no solo el acuario, sino también todos los objetos que contiene. ¡IMPORTANTE! Trate de no utilizar diferentes detergentes. Además del depósito y una capa de ropa de cama de 6 a 12 cm, debe haber refugios. Útil: Fragmentos, macetas volteadas, madera flotante, musgo, piedras planas, etc. La temperatura durante el día debe ser de 16-20°C, durante la noche de 15-16°C. La salamandra no tolera temperaturas superiores a 22-25°C. Por tanto, el acuario se puede colocar más cerca del suelo. La humedad debe ser alta: 70-95%. Para ello, todos los días se pulverizan con un atomizador las plantas (no peligrosas para tu mascota) y el sustrato.

Salamandra de alambre (Salamandra salamandra)

Alimentación

Las salamandras adultas deben ser alimentadas cada dos días, las salamandras jóvenes 2 veces al día. Recuerde: ¡la sobrealimentación es más peligrosa que la subalimentación! En la comida se pueden utilizar: polillas, lombrices de tierra y gusanos de la harina, tiras de carne magra, hígado o corazones crudos (no olvides quitar toda la grasa y membranas), guppies (2-3 veces por semana).

Salamandra de alambre (Salamandra salamandra)

Medidas de seguridad

A pesar de que las salamandras son animales pacíficos, hay que tener cuidado: el contacto con las mucosas (por ejemplo: en los ojos) provoca ardor y confinamiento. Lávate las manos antes y después de manipular una salamandra. ¡Maneja la salamandra lo menos posible, ya que puede quemarse!

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