Alimentar a una gata esterilizada
Gatos

Alimentar a una gata esterilizada

 La esterilización cambia el trasfondo hormonal del animal, esto conlleva un cambio en el estilo de vida. Según las estadísticas, el animal se vuelve más tranquilo (pero siempre hay excepciones a la regla), el nivel de actividad disminuye y aumenta el riesgo de ganar peso. La obesidad también se asocia con niveles reducidos de las hormonas supresoras del apetito, estrógeno y testosterona.La esterilización es una operación abdominal. Cuando todo lo peor ya pasó, el dueño debe prestar atención a la dieta y la actividad física de la mascota. En cuanto a la actividad física, la cosa es mucho más complicada con los gatos que con los perros. Todos los dueños de gatos saben que es bastante complicado conseguir que jueguen si no quieren, pero aun así merece la pena intentarlo. Debes elegir un juego que le guste a tu mascota. Hay muchos juguetes diferentes para gatos a la venta, incluidos los interactivos, y es posible encontrar alguno que se adapte al peludo. Por tanto, el principal énfasis debe estar en la correcta selección de la dieta.

Alimentar a un gato esterilizado con comida seca

No olvide que un animal esterilizado se vuelve más propenso al desarrollo de urolitiasis, por lo que a la hora de elegir un alimento seco conviene dar preferencia al alimento especializado premium o super premium para gatos esterilizados. La composición de este pienso debe ser baja en sal, más baja en calorías, reducida en grasas y aumentada en fibra.

Alimentación natural de un gato esterilizado

Hablemos de alimentación natural. Los cálculos se forman a partir de sal, fósforo y magnesio, por lo que deben excluirse los alimentos con alto contenido de estas sustancias. Los principales son pescado, avena, sémola, carne de pato, ganso y cerdo, lácteos ricos en grasas, legumbres y patatas, sobras de mesa, saladas, grasas, ahumadas, marinadas. Lo mejor para la alimentación es la carne cruda magra, previamente congelada. Debe constituir más del 60% de la dieta. También vale la pena asegurarse de que haya fibra en la dieta. Para esto, el salvado y las verduras picadas son muy adecuados. No te olvides de añadir suplementos vitamínicos y minerales a la dieta, pero antes de utilizarlos conviene consultar a un veterinario.

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