Epilepsia en perros: causas, síntomas, tratamiento de las convulsiones
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Epilepsia en perros: causas, síntomas, tratamiento de las convulsiones

Tipos de epilepsia en perros

Dependiendo de la naturaleza de la epilepsia, existen dos tipos de epilepsia.

  1. Idiopático (primario, congénito, genético). Se desarrolla en perros con predisposición genética. Los animales de cualquier raza pueden enfermarse, pero la mayoría de las veces se observan ataques epilépticos en un caniche, un golden retriever y un perro salchicha. La enfermedad suele manifestarse antes del año de edad, pero puede ocurrir más tarde, dependiendo del estado del perro, las condiciones de vida y otros factores. La epilepsia idiopática se manifiesta de diferentes maneras, con diferente frecuencia y gravedad de los síntomas. Característicamente, con el tiempo, las convulsiones se vuelven más frecuentes y más graves, lo que en última instancia puede provocar la muerte del perro.
  2. Estructural (secundario). Este tipo de epilepsia en perros se desarrolla en el contexto de enfermedades, trastornos en el cuerpo, es decir, bajo la influencia de cualquier factor negativo. La mayoría de los perros adultos con problemas de salud se enferman.

Causas de la epilepsia en perros

Si en el caso de la epilepsia idiopática la causa es la herencia, en el caso de factores secundarios que provocan la patología, hay muchos. La enfermedad puede ser el resultado de:

  • envenenamiento severo;
  • lesión cerebral traumática;
  • insuficiencia del hígado, riñones;
  • violaciones de los niveles hormonales, procesos metabólicos;
  • neoplasias en el cerebro, hidrocefalia;
  • intoxicación grave, por ejemplo, con helmintiasis, después de infecciones (encefalitis, moquillo), con picaduras de insectos venenosos, serpientes;
  • una dieta pobre en magnesio y potasio;
  • nivel bajo de glucosa en sangre;
  • enfermedad del corazón.

Como regla general, la aparición de la enfermedad está influenciada por varios factores a la vez, por ejemplo, mala nutrición, problemas cardíacos y estrés.

Características de los ataques.

La epilepsia en perros se presenta de diferentes formas, por lo que en ocasiones el dueño puede no notar el problema o asociarlo con otra enfermedad.

  • Ausencia. Pequeña crisis epiléptica o crisis no motora. Pasa desapercibido. El animal se congela durante unos segundos, mientras que no hay espasmos del tejido muscular. Una mirada puede revelar una enfermedad: inmóvil, sin sentido.
  • Crisis epiléptica parcial. Contracción convulsiva de ciertos músculos, por ejemplo, en la espalda.
  • General o generalizado. Se desarrolla en dos etapas. Primero, durante un minuto, los músculos de las extremidades del perro sufren espasmos (en este momento está inconsciente), quedan como paralizados. Luego se produce una contracción de los músculos de diferentes grupos: en el hocico, en las patas, etc. Puede ocurrir vaciamiento intestinal o vesical.
  • Convulsión conductual o parcial. En este caso, los cambios se relacionan con el comportamiento del animal. La mascota puede quejarse, aullar, esconderse, "rechinar" los dientes, chasquear los labios. Quizás la aparición de agresión, pérdida de orientación en el espacio, salivación abundante (el propietario puede sospechar rabia).

Si se observan diferentes formas, un ataque epiléptico se llama mixto, y si se suceden varias convulsiones en un corto período de tiempo, se llama múltiple.

Síntomas de epilepsia en perros

¿Cómo se manifiesta la epilepsia en los perros? La gravedad de los síntomas depende de la fuerza del factor provocador, la duración de la enfermedad, las características del cuerpo del animal, etc. Entre los más característicos se encuentran:

  • contracciones musculares;
  • falta de conciencia;
  • excreción de orina o heces en el momento de las convulsiones;
  • salivación;
  • cambios de comportamiento (descritos anteriormente);
  • respiración pesada o su ausencia durante varios segundos;
  • ceguera temporal después de un ataque severo.

Las pupilas de la mascota pueden estar dilatadas y los ojos en blanco, medio cerrados o saltones. Con una convulsión prolongada (más de 30 minutos), es posible que el perro no recupere la conciencia, lo que es una señal que pone en peligro su vida.

Diagnóstico de la enfermedad.

Convulsiones epilépticas, cambios de comportamiento, pérdida del conocimiento: estos y otros síntomas pueden ser evidencia de otra enfermedad, por lo tanto, al notar fenómenos inusuales en una mascota, debe comunicarse de inmediato con un veterinario.

Para diagnosticar la epilepsia en perros, un especialista prescribirá una serie de estudios:

  • análisis de sangre – general y bioquímico;
  • electroencefalografía – determina la frecuencia de los impulsos eléctricos en diferentes partes del cerebro;
  • radiografía de la cabeza: determina lesiones del cráneo, cerebro, hematomas, neoplasias;
  • ECG
  • CT o MRI del cerebro: muestra focos inflamatorios, trastornos circulatorios y otras patologías.

El propietario debe describir en detalle las características de los ataques: tiempo, duración, manifestaciones, intensidad. Asegúrese de informar al médico sobre lesiones o enfermedades infecciosas de la mascota en el pasado, informe sobre las condiciones de detención y las características del carácter del perro. De gran importancia son los datos sobre el pedigrí del animal.

Tratamiento de la epilepsia

La epilepsia en perros determinada genéticamente no se puede curar, pero la terapia prescrita por un veterinario puede facilitar y prolongar la vida del animal. La forma secundaria tampoco se puede curar por completo, pero hay casos en que la eliminación de su causa conduce al cese completo de las convulsiones.

Terapia de medicamentos

Es imposible tratar a un perro solo, incluso si tiene casos de epilepsia en su pedigrí; algunos medicamentos pueden ser peligrosos en otras patologías. Los medicamentos los prescribe únicamente un médico, según los resultados del examen. A menudo, el medicamento recetado no ayuda o no es adecuado en absoluto debido a los efectos secundarios, entonces el especialista prescribe otro remedio. Es necesario estar preparado para el hecho de que la terapia antiepiléptica será no sólo un largo proceso de selección del fármaco óptimo, sino también indefinido: la mascota tendrá que ser tratada hasta el final de su vida.

La terapia con medicamentos para la epilepsia en perros tiene como objetivo reducir la excitabilidad de las neuronas cerebrales, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la frecuencia y duración de las convulsiones. Los anticonvulsivos tienen efectos secundarios graves y, si el perro se comporta de forma poco natural (hay depresión, apatía, somnolencia, problemas con el tracto gastrointestinal), es necesario informarlo al médico.

Es importante administrar los medicamentos estrictamente de acuerdo con la dosis y el horario prescritos. Como regla general, al principio el medicamento se administra en una dosis más pequeña y luego se aumenta hasta la óptima. Durante el tratamiento, se debe observar a la mascota. Se cree que la terapia tiene éxito y que el medicamento se elige correctamente si no se produce un ataque epiléptico durante aproximadamente un año.

Tratamiento no farmacológico

Además de los medicamentos, un especialista puede prescribir sesiones de acupuntura. Se ha demostrado científicamente que la exposición a los principales puntos sensibles tiene un efecto positivo sobre el sistema nervioso del perro y reduce las manifestaciones epilépticas. Además, se observa no sólo un efecto terapéutico, sino también preventivo. La acupuntura es una excelente adición al tratamiento médico: la condición de la mascota mejora más rápidamente.

¿Necesitas una dieta?

Los cambios en la dieta son una parte importante del tratamiento de la epilepsia. Se presta especial atención a la introducción en la dieta de alimentos ricos en potasio, magnesio y vitamina B. Se recomienda una dieta que incluya despojos, verduras y verduras. Si la mascota recibe pienso industrial, es recomendable pasarla a alimentación natural o elegir una línea especial para animales con enfermedades neurológicas.

Cómo aliviar la condición en casa.

Si a un perro le han diagnosticado epilepsia, es necesario que se le proporcionen unas condiciones de vida adecuadas. Es imperativo excluir el estrés, ya que la tensión nerviosa tiene un efecto especialmente fuerte en la gravedad del ataque. No se puede ofender, regañar innecesariamente al animal, al contrario, es necesario mostrar la máxima atención y amor. Lo mismo se aplica a la actividad física: la mascota debe respirar aire fresco, jugar con otros animales, pero es mejor sacarla con frecuencia y no por mucho tiempo.

Si no tiene la oportunidad de estar constantemente cerca del perro, asegúrese de tomar medidas para limitar su movimiento. Durante un ataque, una mascota puede lastimarse, así que retire los objetos peligrosos de su entorno con anticipación. En casos extremos, puedes hacer una valla.

Qué hacer durante un ataque epiléptico en un perro

Un ataque epiléptico es una gran carga física para el cuerpo de un animal. En casa, durante una convulsión, no debes intentar mover al perro a un lugar "cómodo", simplemente coloca tu mano, una toalla doblada o una almohada plana debajo de su cabeza para que la cabeza quede un poco más alta que el torso.

Si hay objetos peligrosos cerca, como las esquinas de los muebles, es necesario mover la mascota (u objeto) a una distancia segura. Al mismo tiempo, asegúrese de mantener la calma: no haga ruido, no entre en pánico, hable en voz baja y llame al perro por su nombre. En algunos casos, esto es suficiente para detener el desarrollo de la convulsión.

Es importante que el animal esté tumbado de lado y las vías respiratorias estén despejadas. En esta posición y con la cabeza levantada, la probabilidad de ahogarse con el vómito o la saliva es mínima. Por cierto, en este caso no se produce la retracción de la lengua seguida de estrangulación, por lo que no es necesario intentar abrir la boca. Además, no debe administrar medicamentos durante un ataque; debido a la función de deglución alterada, el medicamento puede ingresar al tracto respiratorio. Como opción, aplique una inyección y coloque un supositorio rectal.

Al mismo tiempo, puedes aplicar un paño humedecido en las extremidades y la región inguinal del perro. Esto reducirá ligeramente la temperatura corporal, que normalmente aumenta durante un ataque. Si la condición del animal es grave, la convulsión dura más de 10 minutos, es necesario llevar a la mascota a la clínica o llamar al veterinario en casa.

Al final de un ataque epiléptico, el animal puede comportarse de manera inapropiada: mostrar agresión, esconderse, no reconocer al dueño ni al entorno, tropezar con los objetos circundantes. Hay que dejar al perro solo, no acostarlo, no obligarlo a beber ni a comer, no regañarlo, no imponer su presencia. Si tienes otras mascotas, se recomienda aislarlas.

Asegúrese de registrar la hora en que comenzó y terminó el ataque. También se deben registrar las fechas de inicio de las convulsiones. Un análisis de la dinámica permitirá al médico elegir un tratamiento adecuado o realizar ajustes al esquema existente.

¿Un perro con epilepsia es peligroso para los humanos o no?

Un animal que sufre epilepsia no representa ningún peligro para los humanos. Si hay manifestaciones de agresión durante un ataque, una vez finalizado, la agresividad también desaparece. Básicamente, está asociado al dolor que experimenta el perro. Después de un ataque epiléptico, la mascota queda exhausta.

¿Puede una mascota morir de epilepsia?

Un resultado letal en la epilepsia en un perro puede ocurrir debido a una falta aguda de oxígeno. Dado que los espasmos afectan no solo a los músculos de las extremidades, sino también a los órganos respiratorios, el flujo de aire se reduce drásticamente. Además, durante un ataque, la mascota pierde su orientación en el espacio: puede caerse del sofá, golpear la esquina de un mueble, tropezar con algo afilado o voltear un objeto pesado. En algunos casos, una lesión puede provocar la muerte del animal.

Otra opción en la que un perro puede morir es un sistema inmunológico debilitado, agotamiento físico y mental. Esto es posible en ausencia de tratamiento. Con el tiempo, las crisis epilépticas se vuelven más frecuentes, graves y prolongadas. Cada nueva convulsión le quita otra parte de la salud a la mascota. Como resultado, el animal no puede soportarlo y muere.

Pronóstico de la enfermedad.

¿Cuánto viven los perros con epilepsia? No hay una única respuesta. Todo depende de la etapa en la que se hizo el diagnóstico, la causa de la enfermedad, el estado del cuerpo, la nutrición, las condiciones de vida, el tratamiento y muchos otros factores. A veces los propietarios, tras escuchar el diagnóstico, toman decisiones sobre la eutanasia. Otros, por el contrario, tratan de apoyar a la mascota de todas las formas posibles: seleccionan medicamentos, visitan regularmente la clínica, le proporcionan una nutrición y un régimen adecuados, la rodean de cariño y calidez. Estos perros viven más y siguen siendo amigos fieles y agradecidos hasta el final de sus vidas.

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