Epilepsia en gatos: por qué ocurre y cómo ayudar
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Epilepsia en gatos: por qué ocurre y cómo ayudar

La epilepsia en gatos es una enfermedad neurológica grave que ocurre cuando hay un mal funcionamiento en el cerebro. Te contamos qué razas son más susceptibles a esta enfermedad, cómo reconocer sus signos y brindar los primeros auxilios al animal.

Tipos y causas de la epilepsia en gatos

La epilepsia es congénita y adquirida. Congénito también se llama verdadero o idiopático. Ocurre debido a alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso del gato incluso antes de su nacimiento. Las desviaciones pueden ser provocadas por infecciones crónicas de la madre-gato, vínculos estrechamente relacionados, intoxicación del gato durante el embarazo y fallas genéticas. Es imposible determinar la causa exacta. Como regla general, con tal epilepsia, los primeros ataques aparecen en animales jóvenes.

A su vez, la epilepsia adquirida es característica de los animales adultos. Sus motivos son variados:

  • lesión craneal,
  • neoplasias en el cerebro
  • infecciones: encefalitis, meningitis,
  • Ganas de huir.
  • enfermedades crónicas del hígado, corazón o riñones,
  • desordenes metabólicos,
  • envenenamiento.

Aunque no existe una relación directa de la epilepsia con razas específicas de gatos, los médicos corrigen la enfermedad con mayor frecuencia en los exóticos. También se cree que los gatos son más propensos a las convulsiones que los gatos.

Signos de un ataque epiléptico

Tanto las formas congénitas como las adquiridas de epilepsia se manifiestan en forma de convulsiones aproximadamente de la misma manera. Antes del ataque en sí, el comportamiento habitual del gato cambia: se vuelve inquieto, puede perder la orientación en el espacio, su mirada se vuelve inmóvil. Esta etapa suele pasar desapercibida, aunque puede durar hasta 10 minutos. 

Luego ocurre el ataque en sí, que dura de 10 segundos a varios minutos. El animal está convulsionando, la salivación, los movimientos intestinales involuntarios o la micción son posibles, en algunos casos, pérdida del conocimiento. 

Después de un ataque, el gato puede estar en un estado de confusión, debilidad, desorientación o abalanzarse con avidez sobre la comida y el agua, y puede mostrar agresión. Si la convulsión dura más de 10 minutos o las convulsiones se repiten una tras otra, es urgente llevar al animal a una clínica veterinaria. De lo contrario, existe el riesgo de perder al gato.

Si tiene alguna duda sobre si el gato realmente está teniendo un ataque epiléptico, grabe lo que está sucediendo en un video y muéstreselo a su veterinario. Esto facilitará el diagnóstico.

Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia

En primer lugar, el especialista necesitará una descripción detallada del ataque o su video, información sobre enfermedades pasadas, vacunas. Si el animal fue comprado en una guardería, puede averiguar si los padres tuvieron convulsiones. Como diagnóstico, deberá pasar un análisis bioquímico y general de sangre y orina, realizar una electrocardiografía del corazón, una ecografía abdominal, una resonancia magnética o una tomografía computarizada de la cabeza. 

El tratamiento de la epilepsia en gatos depende de los resultados del diagnóstico. Si la enfermedad es congénita, el animal requerirá observación y tratamiento de por vida. Un ciclo de tratamiento suele reducir al mínimo los ataques epilépticos en gatos. Puede garantizar el éxito del tratamiento solo si sigue cuidadosamente el esquema prescrito por el veterinario.

En el caso de la epilepsia adquirida, se trata la enfermedad primaria, después de lo cual deben cesar las convulsiones. Si esto no es posible, el veterinario prescribirá medicación al gato. 

También es importante corregir la nutrición del animal. Existen alimentos especiales para gatos con epilepsia. Si el animal se alimenta con una dieta preparada por sí mismo, es necesario reducir el contenido de hidratos de carbono y cereales, y aumentar el de proteínas.

Primeros auxilios para un ataque

Si un gato tiene epilepsia, ¿qué debo hacer durante una convulsión? Esta pregunta la hacen a menudo los dueños de mascotas. En primer lugar, debe garantizar la seguridad del gato. Para ello, acuesta al animal de lado sobre una superficie suave y plana, esto evitará que se caiga. Si es posible, coloque un hule debajo del gato. 

Oscurece la habitación, apaga la televisión y trata de no hacer ruido. Pida a otros miembros de la familia que vayan a otra habitación. Retire los objetos alrededor del gato que pueda golpear durante las convulsiones. No sostenga a la mascota, esto no detendrá la convulsión de ninguna manera, pero solo puede provocar dislocación y lesiones adicionales.

Si el animal está acostado de lado, no podrá atragantarse con la lengua o la saliva, así que no intentes sacar la lengua del gato. Simplemente esté allí para controlar lo que está sucediendo. Si es posible, grabe el ataque en video. Registre cuánto tiempo duró.

Prevención

La epilepsia congénita no se puede prevenir, pero las recomendaciones simples ayudarán a proteger al animal de la epilepsia adquirida.:

  • Visite a su veterinario regularmente, incluso si su gato se ve saludable.
  • Realizar todas las vacunaciones necesarias según calendario y tratamientos antiparasitarios del animal una vez cada tres meses.
  • Mantenga los medicamentos, polvos y otros productos químicos domésticos fuera del alcance del animal.
  • No dejes que tu gato corra afuera.
  • Instale protectores de ventana.
  • Dale a tu gato una alimentación completa y equilibrada.

Si tu gato presenta síntomas de epilepsia, no dudes en contactar con tu veterinario. El tratamiento y la atención prescritos correctamente ayudarán a minimizar los ataques peligrosos y prolongarán la vida del animal.

 

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