espacio personal del perro
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espacio personal del perro

Cada uno de nosotros tiene un espacio personal, cuya intrusión provoca malestar. Pero no todo el mundo se da cuenta de que no sólo las personas necesitan espacio personal. Los perros, al igual que nosotros, necesitan la inviolabilidad del espacio personal (distancia individual).

Si nuestro espacio personal es vulnerado, reaccionamos de manera diferente según quién sea el infractor y dónde nos encontremos. Por ejemplo, si tenemos que viajar en un transporte lleno de gente, toleramos las intrusiones en el espacio personal (pero al mismo tiempo evitamos el contacto visual con otros pasajeros). Y si hay libertad y alguien ha invadido nuestras fronteras, la reacción será completamente diferente. Y si a una persona cercana y agradable a nosotros se le permite más, entonces, por ejemplo, nos alejaremos rápidamente de una persona desagradable.

Pero al mismo tiempo, la gente a menudo no piensa en la comodidad del perro, invadiendo su espacio personal.

¿Cuánto espacio personal necesita un perro?

Como regla general, la longitud del espacio personal es aproximadamente igual a la longitud del torso del perro. En consecuencia, los perros pequeños tienen menos espacio personal que los grandes. Además, la distancia individual se parece a una burbuja, es decir, rodea al perro por todos lados.

Los perros, al cruzar los límites del espacio personal de cada uno, realizan una serie de rituales de encuentro. Cuanto más amigables son los perros, menos rituales se pueden observar. Y viceversa: cuanto más intensa es la relación entre perros, más ritualizado es el comportamiento.

 

¿Por qué es importante respetar el espacio personal de tu perro?

En el proceso de domesticación, los perros se diferenciaron bastante de los lobos. En particular, se han vuelto mucho más tolerantes con los violadores del espacio personal, tanto con las personas como con los familiares. Sin embargo, esto no significa que no se deban considerar los límites del espacio personal del perro.

Si un perro confía en una persona o en otro animal, los dejará entrar en su espacio personal. Si no hay confianza, ella se marcha o ahuyenta al “infractor”. Pero incluso si el perro confía en ti, no debes abusar de él. A veces, cada uno de nosotros quiere tomarse un descanso de la comunicación incluso con los seres más cercanos. Así que no violes el espacio personal del perro innecesariamente, si él no lo quiere.

Esto hay que tenerlo en cuenta, por ejemplo, a la hora de colocar el asiento del perro. Si está ubicado en el pasillo o a una distancia insuficiente de lugares concurridos de personas y otros animales, el perro sentirá malestar e irritación. A veces, en tales casos, el perro comienza a mostrar disgusto ante los intentos de pasar o acercarse. La solución es reconsiderar la ubicación del lugar del perro, para que no se sienta vulnerable.

Todo dueño quiere tener un perro que confíe en él y lo respete. Pero esto es imposible si la gente no respeta el espacio personal del perro.

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