Demencia en un gato: signos, causas y ayuda para una mascota.
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Demencia en un gato: signos, causas y ayuda para una mascota.

¿Los gatos padecen demencia? La demencia no sólo les sucede a los humanos. Los gatos también padecen esta afección, que también se denomina síndrome de disfunción cognitiva. Un gato puede desarrollar demencia incluso si ha tenido la suerte de vivir una vida felina feliz. Todo es cuestión de edad. Con los gatos mayores que parecen estar “algo confundidos”, puede estar sucediendo algo más específico que “simplemente envejecer”.

Gatos mayores: una nueva área de investigación

La demencia en gatos es una enfermedad compleja que a veces es subestimada, no tratada y mal entendida tanto por los veterinarios como por los dueños. Ahora que las mascotas viven más que nunca, estos diagnósticos son cada vez más comunes.

La locura senil en los gatos se presenta con signos que se parecen a los observados en humanos con demencia o enfermedad de Alzheimer. A la luz de los avances en el tratamiento de la demencia en humanos, los veterinarios empiezan a preguntarse si se puede hacer algo para solucionar el mismo problema en los gatos.

Demencia en un gato: signos, causas y ayuda para una mascota.

Demencia en gatos: signos

Como cualquier otro órgano, el cerebro se desgasta con la edad. Muy a menudo, el cerebro de un gato anciano comienza a mostrar signos de debilitamiento entre los 10 y los 15 años. Pueden intensificarse a medida que avanza la enfermedad y volverse más notorios.

La demencia en un gato se manifiesta por los siguientes síntomas:

  • desorientación general: mirar fijamente el mismo punto de una pared o espacio durante mucho tiempo, deambular sin rumbo fijo, no comprender las señales asociadas con eventos planificados, como la hora de comer;
  • tendencia a la vagancia – fuera de casa, si el gato está en la calle;
  • disminución del interés en los juegos;
  • sueño más profundo y prolongado;
  • un cambio en el ciclo sueño-vigilia: permanecer despierto toda la noche y dormir todo el día, independientemente de la actividad del huésped;
  • Disminución del interés por la comida, el agua, otros gatos en el hogar y la interacción con las personas.
  • orinar y defecar más allá de la bandeja;
  • orinar y defecar más allá de la bandeja;

La demencia en los gatos se considera particularmente difícil y la ciencia veterinaria todavía está buscando formas de corregir esta afección. ¿Es la demencia felina una enfermedad neurológica? ¿Es idéntico al proceso observado en humanos? ¿Se puede tratar?

Enfermedades que afectan la demencia en gatos

Hay muchas enfermedades de la vejez que pueden imitar, exacerbar o superponerse a los signos de demencia en los gatos. Dado que estas afecciones ocurren en la misma etapa de la vida, los gatos suelen ser diagnosticados erróneamente. Debido a esto, es posible que su demencia no se trate. Algunas enfermedades pueden exacerbar la demencia, además de acelerar su aparición y acelerar su curso:

El hipertiroidismo

En esta enfermedad, que suele diagnosticarse en gatos mayores, la glándula tiroides produce cantidades excesivas de hormonas tiroideas como resultado de la hiperactividad. El exceso de hormona tiroidea puede alterar el funcionamiento de varios órganos, incluido el cerebro, explican en el Cornell Cat Health Center. Por ejemplo, los gatos comienzan a sentir hambre y a mendigar comida constantemente. Un exceso de estas hormonas puede provocar un comportamiento agresivo, un aumento de la actividad y la vocalización y/o confusión, que tiene síntomas similares a los de la demencia. Su veterinario puede solicitar un análisis de sangre para comprobar la función tiroidea de su mascota.

Hipertensión

Los gatos también pueden tener presión arterial alta. Según el Cornell Cat Health Center, las causas más comunes de esto son los trastornos renales y tiroideos. La presión arterial alta puede provocar cambios en el cerebro que provoquen signos de demencia o empeore la demencia existente. Por lo general, un veterinario medirá la presión arterial para descartar esta posibilidad.

Sordera y disminución de la sensación.

Los gatos sordos no son conscientes del volumen de su maullido. Esto puede contribuir a la disfunción cognitiva, como ocurre en las personas mayores que son propensas a la desorientación cuando se vuelven menos receptivas a las señales auditivas del entorno. La ceguera contribuirá a la confusión en un gato mayor de manera similar, por lo general haciéndola incluso peor que la sordera.

Artritis u otras causas de dolor crónico.

El dolor en un gato puede ser realmente difícil de definir, porque cuando sienten malestar, la mayoría de los gatos se comportan de manera muy diferente a las personas. Prefieren ocultar el dolor; para ellos es un mecanismo de supervivencia. En los gatos mayores que padecen dolor y demencia, los síntomas son más pronunciados. Pueden resistirse a las caricias, parecer hoscos, agresivos, ansiosos o ruidosos.

Tumores cerebrales u otras afecciones neurológicas.

Los gatos mayores que muestran signos de demencia pueden tener un tumor cerebral. Estas condiciones causan convulsiones y colapsos, pero los síntomas pueden ser una amplia variedad de comportamientos anormales, incluida la falta de coordinación o la respuesta a objetos "invisibles". Muchas otras afecciones neurológicas también pueden mostrar signos similares a los de la demencia.

Demencia en un gato: signos, causas y ayuda para una mascota.

Cómo ayudar a un gato anciano

Lo ideal es que cualquier gato mayor que muestre signos de demencia sea evaluado para detectar cualquier afección médica que pueda imitar o acompañar a los síntomas de la demencia. Si su gato sufre demencia o desorientación, debe intentar mantenerlo cómodo de las siguientes maneras:

  • no dejes que el animal salga de casa y no te olvides de su tendencia a la vagancia;
  • mantenga un horario de alimentación regular y encienda y apague las luces de la casa para ayudar al gato a navegar;
  • evitar cambios significativos en la vida familiar, como posponer una mudanza o adquirir una nueva mascota;
  • elija alimentos que contengan vitamina E y antioxidantes, que son nutrientes importantes para la salud del cerebro;
  • Haga que las cajas de arena sean más accesibles con una rampa o una bandeja poco profunda.
  • aumente la accesibilidad de la bandeja mediante una rampa o reemplace la bandeja por una poco profunda;
  • ofrecer a un gato mayor placeres sencillos, como camas supletorias y lugares cómodos y cálidos;
  • Visite a su veterinario con regularidad para controlar la salud de su mascota.

Cualquier gato que muestre signos de demencia debe acudir a un veterinario lo antes posible. Es importante que los dueños sepan que sus gatos no “simplemente envejecen”. Quizás estén realmente enfermos y necesiten cuidados especiales. Determinar la confusión en un gato es más difícil que en los humanos, por lo que comprender el comportamiento normal de una mascota es el primer y más importante paso para diagnosticar la demencia felina.

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Signos de vejez en un gato.

Cómo hacer que tu hogar sea seguro para los gatos

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