¿Pueden los perros comer comida para gatos?
Gastronomía

¿Pueden los perros comer comida para gatos?

Diferencias

Quizás lo único que tienen en común los perros y los gatos es que descienden de carnívoros. Aquí termina la similitud: sus descendientes y, en consecuencia, nuestras mascotas tienen hábitos completamente diferentes. Esto se refiere en gran medida a las preferencias gastronómicas.

Por ejemplo, si los gatos necesitan comer porciones pequeñas, pero con frecuencia, se recomienda que el perro no coma más de dos veces al día. No sólo es importante el régimen: los animales también necesitan recibir nutrientes con los alimentos en determinadas proporciones, sin alterar el equilibrio.

Como dicen en la literatura científica, un gato es un depredador obligado, es decir, un depredador incondicional, y un perro es un depredador facultativo, es decir, tiene rasgos de omnívoro. Por eso los gatos necesitan más proteínas que los perros. Por ejemplo, el alimento seco Whiskas tiene un 32% de proteína, mientras que el alimento seco Pedigree tiene un 22%. Estas proporciones de proteínas están científicamente probadas y son óptimas para gatos y perros, respectivamente.

Para evitar problemas

Por lo tanto, si le das regularmente a tu perro una dieta diseñada para un gato, la mascota recibirá proteínas en cantidades excesivas. Y esto amenaza con complicar el estado del hígado y los riñones del animal.

Lo mismo puede decirse de otros componentes del pienso: minerales, aminoácidos y vitaminas. La mascota los necesita en la cantidad que satisfaga sus necesidades y características del cuerpo. En particular, un gato necesita taurina, que su cuerpo no produce, mientras que un perro es capaz de sintetizar parcialmente esta sustancia. Y otro ejemplo: un gato necesita vitamina A, mientras que un perro es capaz de producirla por sí solo.

Es decir, un animal que ingiere alimentos que no satisfacen sus necesidades corre el riesgo de sufrir problemas de salud.

Al mismo tiempo, el perro los evitará si le das una dieta para gatos de una sola vez, debido a determinadas circunstancias: por ejemplo, cuando no hay comida adecuada a mano.

Sin competencia

Sucede que un perro, cuando convive con un gato en la misma casa, puede comer su comida. Lo hace, por regla general, por motivos de competencia.

Aquí puede aconsejarle lo siguiente: debe criar comederos para mascotas en diferentes habitaciones o colocarlos a diferentes alturas. En este último caso, los platos del gato se pueden colocar en la mesa o en el alféizar de la ventana para que el perro no llegue a alimentos que no sean adecuados para él.

Así, la principal regla en la alimentación de una mascota es darle una dieta adecuada a su edad, tamaño, necesidades especiales y… especie. El gato debe ser alimentado con comida para gatos. Perro – raciones para perros.

Foto: Colecciones

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